La emoción envolvió en la tarde del domingo el pregón de la Semana Santa de Santa Marina del Rey, una emoción que deshizo en lágrimas a la pregonera, Rosa Luz Carreño González, y una emoción a la que esta hija del pueblo invitó a todos a sentir la semana de Pasión en esta villa de Órbigo con el “respeto, silencio y solemnidad” que se merece una de las celebraciones sacras más antiguas de toda la provincia leonesa.
Carreño González, ingeniera técnica de Minas y experta nacional en Prevención de Riesgos Laborales, tuvo que detener por varias ocasiones su emotivo discurso, fruto del profundo sentimiento que la embargó al detallar sus propios recuerdos personales, desde que en 1995 participara por primera vez como manola de la Cofradía del Ecce Homo.
Pero también se emocionó al rescatar para las casi cien personas asistentes aquellos relatos familiares de la Semana Santa encarnados sobre todo en su bisabuela Rosenda, en cuyo honor quiso transmitir a todos que esta Semana Santa hay que vivirla con “sensación de paz, calma, meditación y bienestar”.
Y nuevamente la iglesia parroquial se llenó de esa misma emoción cuando la hermana mayor de la Cofradía del Ecce Homo, Alba Santos Pelayo, le entregó un hermoso ramo de flores y una placa conmemorativa de su aplaudida participación.
Previamente, por la mañana, había tenido lugar en Santa Marina del Rey otro momento muy especial del programa, con la tradicional bendición de los ramos y las palmas en la Plaza Mayor.
