Elecciones

Ya está. Ya se celebraron las elecciones y ya tenemos un nuevo mapa político en España, gracias a la pujanza de dos nuevos partidos: Podemos y Ciudadanos.

A simple vista, se observa que los votantes han castigado al PP –no tanto como cabría esperar– por esos gravísimos escándalos de corrupción, por la política de recortes que ha llevado a cabo en estos cuatro años y sospecho que el pasotismo del Presidente.

También han castigado al PSOE –más de lo que algunos creían– por una serie de circunstancias como los ERE de Andalucía, la sombra de Zapatero, que todavía planea sobre el socialismo español y, a mi juicio, por una campaña catastrófica, que culminó en dos debates lamentables, por parte del candidato socialista.

Surgen dos nuevas formaciones políticas: Podemos, con distintas marcas, según el territorio, que consigue la friolera de 69 diputados, y Ciudadanos, que, aunque se desinfló un poco al final,  sumó 40 escaños.

Hay, a mi juicio, un par de datos que llaman la atención.

En Cataluña, donde hay una situación complicada gracias a la ceguera –o estupidez– de algunos dirigentes políticos, Podemos es la fuerza más votada. No he oído a nadie hablar del tema. Y los partidos que promueven la independencia cosechan un resultado sorprendente: 17 diputados frente a 30 de los partidos contrarios a la ruptura con el resto de España.

¿Qué va a pasar? ¿Quién va a gobernar?

En la porra que hemos organizado un grupo de jubilatas, yo he apostado por lo siguiente: No va a pasar nada que se salga del guion porque va a gobernar la derecha.  Y  dentro de ella, Mariano Rajoy tiene muchas posibilidades. Aunque sigue siendo muy criticado por sus propios correligionarios, ha mejorado algo su valoración como encajador después de la hostia que le propinó su primo lejano.

Eso, unido a un dato muy significativo como es que la  derecha suma más diputados  que la izquierda, me hace pensar/temer que tendremos otros cuatro años a Mariano de Presidente.

Mis amigos, cuando les expliqué  por qué apostaba  de esa manera, se echaron las manos a la cabeza y empezaron a echar sapos y culebras –cosa de la edad– contra lo que se nos va a venir encima.

Menos mal que uno de la peña, más sensato y  realista que el resto, nos calmó con un par de frases que reproduzco.

“Un tipo muy listo  dijo, ya hace algún tiempo que ninguna situación es tan mala que no pueda empeorar”.

Y por si era poco remató diciendo: “Cada país tiene el gobierno que se merece”.

¡Joder!

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