Sergio González El número tres en la candidatura de IU-Astorga, Javier Rodera Fuente, entró en política a los 18 años, en el 1999, pero fue en la pasadas elecciones donde con el resto de sus compañeros crearon el punto de partida de lo que es la candidatura actual de su formación. “Después de este tiempo”, apunta Rodera, “hemos conseguido ir conformando una Asamblea estable y madura y hasta llegar al punto actual en el que tenemos un grupo nutrido, con una visión global de lo que esta ciudad necesita y de lo que nosotros podríamos aportar”. Desde IU-Astorga ofrecen “hechos y el trabajo de estos años atrás, la gente no tiene que creer en lo que se promete ahora sino en lo que la gente ha visto”.
La número uno de estas elecciones, Carmen Villaverde, es ya “un histórico, tanto a nivel sindical como dentro de la formación y su elección ha tenido que ver con un hito en la ciudad como es la celebración de la primera Asamblea de IU-Astorga, el pasado noviembre”. “Con este proceso hemos confirmado nuestro grado de madurez y nuestra forma de funcionar”, explica el miembro de la formación, “establecimos una primarias abiertas, en las que la cara más visible hasta la fecha, Chema Jáñez, no se presentó por considerar más honesto que fueran otros los que optarán a ese cargo, y Villaverde resultó elegida como la culminación de este recorrido que ante todo ha buscado el consenso”. “En una primera etapa de la formación en Astorga buscamos el conflicto y contradicción y ahora estamos en la etapa del consenso, las propuestas y la acción”, señala Rodera.
Un proceso de participación “profundamente democrático”
El proceso de participación de IU-Astorga se presenta como “profundamente democrático ya que siempre hemos contado con la gente y tiene los valores tradicionales de la izquierda”, aclara el número tres de la candidatura. “El partido apuesta por un proyecto basado en los servicios públicos y la planificación democrática de la economía, pensando en las personas y los trabajadores ante todo”.
Esta agrupación tiene similitudes con el modelo de administración del municipio de Conil de la Frontera (Cádiz) ya que “a la hora de elaborar nuestro proyecto vimos en este lugar, con características parecidas a Astorga, sociedad conformada por trabajadores y comerciantes que tiene por principal motor el turismo y con una población similar a la nuestra”. “En la gestión de Juan M. Bermúdez y anteriormente la de Antonio Roldán hemos encontrado un referente, ya que allí IU comenzó sin representación en los años 90 y después de 17 años con una mayoría absoluta han conseguido “una calidad de vida y un desarrollo notable, que es un ejemplo sin duda a seguir”.
“Queremos huir de los cliqués: No somos enemigos del empresariado”
Según explica Rodera, “nosotros lo que pretendemos es huir del chiché de perroflautas, del Che y el pañuelo palestino”. “Conocemos perfectamente de qué vive Astorga, no somos enemigos del empresariado, sabemos la importancia que tienen para el tejido social y el comercial de la ciudad y creemos que debemos ser aliados, de hecho donde hemos puesto la carne en el asador, es en la cuestión del desarrollo local, la economía y el empleo por considerarlo primordial para empujar al resto de sectores”. Sin embargo, Rodera resalta que “como en el caso del Plan General de Urbanismo (PGOU), este desarrollo debe darse con una planificación social detrás”.
“Los partidos tradicionales se han convertido en maquinarias de intereses particulares”
Ante la demanda de regeneración de la política y el surgir de nuevas formaciones Rodera afirma que “coincidimos en muchas bases programáticas pero somos un proyecto diferenciado y sin planificación no se puede llegar a buen puerto”. “La política actual falla en que los partidos se han convertido en maquinarias de intereses particulares pero por eso nosotros siempre hemos defendido la democracia participativa, que fueran los propios ciudadanos los que respondieran mandando obedeciendo y no lo contrario”. Para dotar de los cauces necesarios para la participación real de los vecinos en las políticas municipales, Rodera señala que “lo haríamos convocando asambleas reguladas para decidir a través del consenso”.