El último héroe maragato

Mi amigo, Angelito Hiena, tiene mucho de lo primero y nada de lo segundo (salvo cuando devora callos en el Cubasol). Es un tipo menudo, cordial y simpático. Presume de ser Maragato pero vive y trabaja en Ibiza desde hace años. Suele venir de vacaciones a Astorga por Navidad (echa de menos el frío), y en vera-no (Gorgorito y su imán). Este año, tan raro, sin gentío en los bares y los pubs cerrados, le tocó senda cultu-ral: Museo y Ruta Romana, Palacio de Gaudí y Museo del Chocolate. Así, la semana pasada regresó a la isla más contento que unas castañuelas. “Ya estoy en mi cala, rapaces”, nos puso en el grupo de WhatsApp acompañado de un video que ponía los dientes largos. “Púdrete ahí con Pocholo” respondió algún resentido. Como sigue en días libres, nos suelta anteayer que se entera que los Reyes de España acudirán a Ibiza en visita oficial y que pretende recibirles como es debido: con pancarta. “No te metas en lios, Angelito”, dice uno. “¿Qué quieres, que el CNI llegue al “De cortos”, dice otro. “Tranquilos, muchachos, sé lo que me hago”.

Al día siguiente, nos manda otro video ya con la pancarta —bueno, la cartulina blanca de toda la vida—, esperando a la salida de sus majestades en visita a unos restos arqueológicos fenicios. ¿Qué decía o pedía el texto?: Honestidad. La decencia y el decoro que a todo cargo, sea público o no, se le presupone. Si yo, o usted, fuera el presidente de la comunidad de vecinos y supiera que el setenta u ochenta porciento (ocho familias de diez) no le quieren, se iría. O, al menos, como dice Angelito, haría un Referéndum Popular entre los vecinos. Ooooh, espere, puede que no, puede que usted sea tan listo como Felipe VI y no hiciera la consulta para evitar, entre otras muchas y transcendentes cosas, ponerse rojo como un tomate. Nuestro héroe, luce en la foto con camiseta y pantalón corto cuando aquí, ya hace fresquito. Eso, que hay “mucho fresco”.

Césaro Volker

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