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El Tribunal Supremo confirmó este lunes la condena de 23 años de cárcel para Miguel Ángel Muñoz Blas por el asesinato y robo con violencia de la peregrina estadounidense Denise Pikka Thiem, que hacía el Camino de Santiago, en abril de 2015, cerca de Astorga. La sentencia de la Sección Primera de la Sala Penal recoge que el alto tribunal desestimó el recurso de casación presentado por el acusado contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, en el que alegada que se había vulnerado su derecho fundamental a la presunción de inocencia.
El alto tribunal desestimó la alegación y destaca que el jurado reconoció la concurrencia de la alevosía y dio cuenta de la “desproporción” física entre el acusado y la víctima que sufrió un fuerte golpe en la cabeza, tal y como lo describe la prueba pericial de las lesiones.
“Resulta evidente que la intensidad del golpe, en un descampado inhóspito, sin presencia de personas y sin posibilidad de defensa permite la declaración fáctica de un hecho que los términos redactados a los que es de aplicación la agravación de alevosía que cualifica el homicidio”, indicaron los magistrados del Supremo.
En su resolución, el Tribunal insiste en que “resulta clara la selección del lugar y los medios que son aprovechados para la causación de la muerte, sin riesgo propio y dejando a la víctima, que deambula por un lugar inhóspito, sin posibilidad de defensa y con un contundente golpe en la cabeza .
Según los hechos probados de la sentencia, el 5 de abril de 2015, Denise Pikka, que se encontraba cubriendo la etapa desde Astorga hasta la localidad de El Ganso del Camino de Santiago, se desvió de la ruta oficial para visitar el pueblo de Castrillo de los Polvazares. A la salida del mismo, se desorientó debido a que siguió las indicaciones de una flecha amarilla que, en vez de devolverle a la ruta oficial, le llevó por un camino que pasa delante de la finca de la propiedad del acusado donde él mismo redidía.
Según la sentencia, el acusado se acercó a la peregrina para acompañarla durante un tramo del trayecto. En un momento determinado, la joven Denise Thiem, “se sintió molesta por la actuación del acusado y la presencia de éste, que golpeó la cabeza de la peregrina con un con un objeto contundente”. El golpe “determinó la muerte por traumatismo cráneo-encefálico severo con destrucción de los centros neurológicos vitales”.
A continuación el acusado arrastró el cadáver a un lugar más apartado y menos visible, despojándola de su mochila, y le practicó un corte en el cuello con un arma blanca, señala el relato de hechos. El hombre desnudó el cuerpo de la víctima con el fin de acelerar el proceso de descomposición y lo ocultó bajo tierra en las proximidades de su propiedad, apoderándose de la cantidad de 1.132 dólares estadounidenses en billetes, que la misma llevaba en su poder para imprevistos.
La Sala subraya que a finales de agosto de 2015, “ante la presión policial y el temor de ser descubierto”, el acusado desenterró el cadáver y lo trasladó al lugar donde finalmente apareció. Finalmente, fue detenido en septiembre de 2015 en Grandas de Salime (Asturias), e indicó el lugar donde estaba enterrado el cadáver.
El Tribunal confirmó este lunes la condena de 20 años de cárcel por el asesinato y de 3 años por el delito de robo con violencia. Además, se le ha impuesto la prohibición de aproximación, a una distancia inferior a 500 metros, respecto de los padres y el hermano de la víctima. Asimismo, deberá indemnizar a los padres con 120.000 euros y con 30.000 al hermano de la misma.
