Entre los más de 10.000 folios que constan como sumario de la denominada Operación Enredadera a nivel nacional figuran las conversaciones telefónicas intervenidas al presidente de Edypsa, empresa editora de El Faro Astorgano, Ángel Luis García Martínez -apodado ‘el patatero’-, con su amigo y miembro del consejo de ese medio, Jacinto Bardal, más conocido en Astorga como Tato, al tiempo secretario comarcal del PP.
Existen grabaciones de largas conversaciones repetitivas sobre la política local astorgana y siempre en una misma línea: erosionar la tarea del entonces presidente local del PP y alcalde, Arsenio García, y a todos los suyos, con especial saña al que al parecer iba a ser el sucesor de García, Javier Guzmán, expresidente de Nuevas Generaciones de Astorga y secretario general: “Ah, y ese es el que quiere poner de alcalde, pero ya lo veríamos, el siguiente, sigue, sigue…”, comenta Bardal en un extracto de las grabaciones oficiales, en las que los propios agentes de la UDEF de la Policía Nacional continúan: “Tato y Al hablan de los planes que hay para boicotear al alcalde de Astorga a través de los medios de comunicación”.
En otro fragmento, el secretario comarcal del PP le pide a AL -iniciales de la policía judicial para Ángel Luis- que “apriete” un poco más y el empresario le comenta: “Le suelto a Enrique… (risas)”.
Miembros de la Junta local consultados por este periódico afirman que Tato les ha “tocado”, que “no lleva bien haberse quedado descolgado” de la candidatura -fue dos veces cabeza de lista hasta que su partido lo sustituyó por Arsenio García- a la alcaldía de Astorga. Según las mismas fuentes, Bardal estaría esperando, desde su puesto en la comarcal y con ayuda del Faro, “presionar en León para poner de candidato a alguien cercano”. Esto es, hacerse con el timón del partido en Astorga y sus comarcas y controlar la candidatura popular a las próximas municipales aunque él no figurara en la misma.
Así, la unión y el consenso de las ‘familias’ del PP astorgano, que por una vez se concitó en torno a la figura de Arsenio García, una vez que éste y otros pidieron la baja temporal de su partido mientras durase la imputación de la Operación Enredadera, se quebraría al volver a la situación de legislaturas pasadas.