Dicen que un buen plato se disfruta el doble con el vino adecuado, y en el Restaurante Serrano de Astorga lo saben bien. Por eso, el jueves 27 de marzo a las 20 horas, su segunda cena maridaje de la temporada promete una experiencia en la que cada copa y cada bocado bailarán en perfecta armonía. En esta ocasión, los vinos de Fuentes del Silencio, que rescatan la esencia del valle del Jamuz, serán los encargados de realzar cada plato con su carácter único.
La enóloga Marta Ramas compartirá con los comensales la historia y filosofía de Fuentes del Silencio, una bodega que se ha dedicado a la recuperación de viñedos en el Valle del Jamuz, donde las condiciones climáticas y la diversidad de suelo permiten la elaboración de vinos con una identidad única. Es más, en distancias de pocos kilómetros, las diferencias en el suelo y la orografía producen vinos con características muy diferentes, al estilo de Borgoña.
El menú ha sido diseñado por el chef Jesús Prieto Serrano para potenciar las cualidades del vino que lo acompaña:
– Manzana y sardina. Un bocado refrescante que despertará los sentidos junto al blanco Mataperezosa, creado a partir de variedades centenarias
– Lomo de vaca con mostaza y miel. La jugosidad de la carne y el toque dulce de la mostaza miel encuentran en Quintas 20 su pareja ideal
– Croqueta de pulpo a feira. Un clásico con textura cremosa, realzado por el Tintoreras 20
– Pico pardal y callo de bacalao. El mar y la tierra se encuentran en un plato que se equilibra con el carácter del Prieto Picudo 19
– Tabla de los mejores quesos de León. Cerrando la experiencia con el toque distintivo de Gándara 19
Por 42 euros por persona, Restaurante Serrano te invita a esta experiencia para descubrir cómo el vino puede transformar cada plato, convirtiendo la cena en un viaje sensorial.
Las reservas ya están abiertas en el teléfono 987 617 866.
Fuentes del Silencio
La historia de Fuentes del Silencio es un testimonio de pasión y dedicación. Fundada por Miguel Ángel Alonso y María José Galera, quienes, tras una destacada carrera en la medicina, decidieron trasladarse a Herreros de Jamuz. Comenzaron elaborando vino para consumo propio, pero su pasión y dedicación llevaron al nacimiento de la bodega. Junto a la enóloga Marta Ramas y todo el equipo, han recuperado viñedos en el Valle del Jamuz, y están dando vida a una zona que, desgraciadamente, por la problemática de la despoblación estaba olvidada.
La bodega destaca por su compromiso con la recuperación de viñedos viejos y su capacidad para elaborar vinos de gran carácter.