Elena F. Gordón / León El hombre de 75 años que está acusado de matar a su hermano asestándole más de 20 puñaladas en noviembre de 2008 en Cacabelos declaró cuando reconoció la autoría de los hechos que posteriormente negó que el fallecido -que entonces tenía 78 años- era un jefe de la mafia calabresa que según él contaba también con una facción en la localidad de Villablino y que quiso acabar con su vida.
En un relato que los propios agentes tildan de surrealista, el acusado atribuyó esa condición de mafioso a la víctima y días antes había hablado con la hija de un conocido suyo que ahora reside en Burdeos (Francia) para que le llevase a él al vecino país porque, según la declaración de la mujer, “tenía mucho miedo y decía que unos familiares suyos querían matarle”. Los responsables del establecimiento hotelero de Salamanca en el que se alojó días después de la muerte de su hermano también comentaron que llamaba la atención su actitud y que dijo estar perseguido por la mafia.
El acusado declaró en su momento que el día que ocurrieron los hechos él fue a casa del fallecido a recoger una carta que éste le dijo que había llegado a su nombre y que una vez allí su hermano le atacó con un cuchillo, él pudo desarmarle y después de apuñaló en reiteradas ocasiones. Los agentes que esta tarde prestaron declaración en la Audiencia Provincial de León donde se celebra el juicio con jurado popular del caso coincidieron en que el acusado ofreció numerosos detalles del suceso y su escenario que solamente podían conocer personas involucradas en la investigación.
Así, detalló que el cuchilló se rompió a la altura de la inserción del mango, que luego utilizó una navaja que el portaba, aludíó al elevado número de puñaladas e incluso especificó que su hermano tenía una bolsa de plástico blanco sobre la mesa -que luego pudo comprobarse que era de unos medicamentos que le habían prescrito en la fecha en la que los investigadores sitúan la muerte-.
Precisamente las fechas es uno de los asuntos en los que se plantean discrepancias ya que hay testimonios que afirman haber visto al fallecido días después del que supuestamente murió. Además, el informe forense plantea que la muerte ocurrió varias fechas después de la que consideran los investigadores. En ese sentido, en la sesión de esta tarde se puso de manifiesto que la baja temperatura que presentaba la casa de la víctima podría haber influido en el proceso de descomposición del cadáver.
De hecho, la operación por el que también se conoció como ‘crimen de Cacabelos’ fue bautizada como ‘Horno frío’; horno por el nombre de la calle donde ocurrieron los hechos y frío por el que se registraba en el domicilio de la víctima.
El fiscal pide para el acusado una pena de 15 años de internamiento en un centro psiquiátrico por un delito de homicidio con la eximente completa de trastorno mental y el agravante de parentesco mientras la defensa solicita la libre absolución o, si se confirma la autoría, un internamiento en un centro psiquiátrico por un periodo de cinco años dado que el acusado habría actuado en un estado de “extrema obcecación y pánico” como consecuencia de una enfermedad mental.