Parlamentarios, diputados y alcaldes del Partido Popular de León se concentraron este sábado a las puertas del Centro Ocupacional Cosamai de Astorga, el cual depende de la Institución provincial, para rechazar la supresión de las diputaciones recogida en el acuerdo de gobierno firmado entre PSOE y Ciudadanos.
Para los populares leoneses esto supondría “la posibilidad de que haya ciudadanos de segunda, ya que las diputaciones no podrían prestar servicios esenciales”, señaló el presidente de la formación en León, Eduardo Fernández. El mismo recordó el papel de los pequeños ayuntamientos y de las diputaciones “sin el cual la forma de relacionarse de los ciudadanos con la administración y de recibir servicios no se entendería, en especial en una provincia como León”.
Eduardo Fernández ha destacado que la Constitución garantiza que “todos los españoles tienen los mismos derechos y obligaciones en cualquier parte del territorio del estado. Hay millones de españoles que viven en el medio rural y en su mayoría en pequeños pueblos, a los que no se les pueden negar los mismos derechos, oportunidades y obligaciones que al resto de ciudadanos, y ha recordado que la supresión de la diputaciones requiere una reforma de la Constitución Española que no puede hacerse sin consenso y al margen de la mayoría parlamentaria, y que para eso no contarán con el apoyo del Partido Popular”.
Para Fernández, no todo es válido “en la carrera por llegar a La Moncloa”. Así, el presidente provincial del PP avanzó que el PP estará “siempre enfrente” y por eso los parlamentarios leoneses no respaldarán, tampoco con una abstención, el proyecto de Gobierno que PSOE y Ciudadanos someterán a votación la próxima semana.
Por su parte, el presidente de la Diputación de León, Juan Martínez Majo, ha querido destacar el profundo arraigo de las corporaciones provinciales en la vertebración territorial de nuestro país, al tratarse de instituciones que prestan “un indudable servicio a los ciudadanos y son de gran ayuda a los municipios pequeños y medianos”, que por sí mismos se verían con grandes dificultades para prestar sus servicios o carecerían de los medios necesarios para poder hacerlo, “lo que quebraría el principio de igualdad en la medida en que no todos los ciudadanos tendrían acceso a los mismos servicios con independencia de su lugar de residencia”.
El presidente de la Diputación consideró por tanto que “la supresión de las diputaciones tendría unas connotaciones muy especiales” en toda Castilla y León y sobre todo en una provincia como León. “Reivindicamos el papel de la institución como algo pegado al territorio a la hora de prestar los servicios básicos y cubrir las necesidades más importantes de los ayuntamientos”, manifestó.
Majo explicó que las diputaciones “tienen aún mucho trabajo por delante y se pregunta quién prestará los servicios en el caso de su desaparición”. No obstante, defendió la necesidad de “modernizar y hacer los cambios oportunos” en estas instituciones para que sean “más eficaces y eficientes”.
En relación a la propuesta del Consejo de alcaldes que se ha propuesto como alternativa a las diputaciones, Majo recordó que un consejo “sirve para asesorar pero no para decidir ni para gestionar”.