El Porqué de este PSOE

Al escuchar hablar de decadencia política y perdida de apoyo, seguro que lo primero que a día de hoy se nos va a pasar por la cabeza es el Partido Socialista Obrero Español y la triste situación por la que este atraviesa.

Es esta mohína decadencia resultado de una desmedida conjugación de causas, de las cuales hablaremos a continuación, que han ido paulatinamente aumentando el repudio de una sociedad que no aguanta más, que ha dicho basta al que fue, o quizá aún esté a tiempo de seguir siendo, el partido más antiguo de cuantos hoy pretenden gobernar nuestras instituciones.

Quizá Sánchez no recuerde, al menos no le gustaría, que si hablamos de corrupción, es el partido que alardeaba de socialista quien más bochorno causa a cuantos repudiamos esta. 3.200 millones de euros en tan solo una región, sin olvidarnos de las Tarjetas Black, el caso Filesa… Un largo etcétera que parece no existir cuando de echar en cara los trapos sucios de otros se trata.

Pero continuemos. Ser posiblemente el partido con mayor corrupción en lo que a cuantía se refiere, no es lo que ha llevado a estos extremos a la ejecutiva de Castejón y la actual gestora. Al decir PSOE hacemos referencia a un partido de España y de los españoles, y es la traición a este gran detalle la que ha hecho que muchos votantes socialistas, siendo conscientes de la crisis que atraviesa nuestro país con respecto a los nacionalismos, recapaciten su voto y prefieran cambiarlo o abstenerse. No les juzgo por ello, todo lo contrario. Ese gran partido español, a día de hoy, a perdido eso que llamamos Sentido de Estado. Por mucho que sus dirigentes se envuelvan en grandes banderas de España durante sus mítines, la realidad de Partido Socialista es otra. No hace falta escudriñar en los radicalismos nacionalistas de sus juventudes en determinadas regiones, con tan solo escuchar las palabras de sus dirigentes en estas es más que suficiente. Iceta con el caso Badalona y Mendia tendiendo su mano a Bildu no pasan desapercibidos.

Finalmente llegamos al germen, la gota que colmó el vaso, el ya famoso ¡NO es NO!. Un partido que como decíamos ha perdido su sentido de estado, no tiene reparos en hacer oídos sordos a la población y lo que esta ha elegido en las urnas, permitiéndose el enroque en una postura en la que es o ellos o nadie. Por dos ocasiones los votantes han hablado, por dos ocasiones se le ha denegado lo elegido. Si a esto le unimos la clara postura radical de quien hasta hace escasos días se sentaba al frente de la escuadra socialista, planteándose incluso formar un gobierno con la izquierda más radical y primitiva, no necesitaremos más para entender Cómo y Porqué de la actual situación.

Ahora no nos engañemos, España necesita que ese Partido Socialista fuerte, unido y con sentido de estado que vagamente recordamos vuelva, ese y no otro debe ser quien dispute al Partido Popular el gobierno de nuestro país. Por ello vamos a esperar, algo ha cambiado, si es en una buena dirección solo el tiempo lo dirá. Tenemos una legislatura por delante, analicemos.

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