Juicio por el crimen de Isabel Carrasco

El policía jubilado vio a Montserrat acercarse a la cabeza de la víctima para rematarla

El agente explicó que cuando se encontraban a mitad de la pasarela vieron que de frente se acercaban dos señoras, su mujer reconoció a Carrasco y le dijo que “la rubia esa tiene que ser alguien importante"

El policía jubilado que paseaba con su mujer en la tarde del 12 de mayo por la pasarela en la que Montserrat González acabó con la vida de Isabel Carrasco arrancó este jueves el turno de declaraciones con una descripción detallada de los hechos. El agente explicó que cuando se encontraban a mitad de la pasarela vieron que de frente se acercaban dos señoras. Su mujer reconoció a Carrasco y le dijo que “la rubia esa tiene que ser alguien importante, porque la he visto en la tele”.

La señora -Isabel-, añadió, iba bien vestida, con zapatos altos y, detrás, Montserrat llevaba una gorra oscura de paño, gafas de sol, un pañuelo grande que le tapaba los hombros, parka color caqui, bolso negro y zapatos bajos. “Cuando nos cruzamos iba a unos dos metros detrás la otra. Una vez que la rebasamos mi mujer me comentó “esta tiene que ser la escolta”. Después, relató, sonó un ruido como de un petardo, se volvieron y vieron a la señora rubia “cayendo hacia adelante, como rígida y cuando estaba en el suelo la otra dio dos pasos, se agachó y se puso a la altura de su cabeza e hizo tres disparos”.

Después, Montserrat se levantó, cogió con la mano izquierda el pañuelo que llevaba y se lo colocó mordiéndolo. “Se le veía la nariz, mejillas, pelo negro y liso”, recordó. Andaba deprisa pero sin correr, no miró hacia ningún lado, sólo al frente y cuando se cruzó con elloa “se paró un segundo ante nosotros y siguió. Yo pensaba que me iba a dar un tiro o algo. Mi mujer se asustó, yo la agarré del brazo y la dejé pasar”, explicó.

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