El policía nacional que siguió a Montserrat tras cometer el asesinato, dijo a preguntas del defensor de la autora confesa de los disparos y su hija explicó este jueves que perdió de vista “dos o tres minutos” a Montserrat y que durante todo el tiempo que la tuvo en su punto de mira ésta no se cambio de ropa ni arrojó el bolso en el que portaba el revólver.
“Se fue por el semáforo donde termina Lucas de Tuy y siguió andando por Colón. No la perdí de vista. Desde que miró para atrás no hizo ninguna parada, iba con la mano metida en el bolso. Muy ligera pero no corría”, manifestó. Después, transcurridos los minutos en que se le despistó, volvió a verla. “Se quedó sorprendida y me miró fijamente. En ese momento vi un vehículo policial y les hice señas. Entonces ella desapareció y un señor que estaba en una terraza me señaló hacia un vehículo en el que ella estaba sentada en el asiento del conductor. Le dijo a los policías que era ella la autora de los disparos”, detalló el agente jubilado.
La esposa
La esposa del policía jubilado explicó que vieron acercarse a una mujer que había visto en televisión y detrás a otra. Después de cruzarse oyeron el primer disparo y vieron a Carrasco desplomándose. La otra mujer (Montserrat) se puso entonces a la altura de la cabeza de la víctima y “le pegó los tres tiros, salió huno y todo y rebotó la cabeza”.
“Esa persona se colocó el pañuelo entre los dientes, vino hacia nosotros, nos miró y entonces te quedas pensando Tierra, trágame. La observamos cómo cruzaba y le dije a mi marido que yo llamaba al 112 y que él hiciera lo que tuviera que hacer y la siguió”, explicó a preguntas de los abogados. La mujer reconoció después la parka que llevaba Montserrat cuando se la mostró un policía.
Grabación
“La chica se ha escapado, se me ha despistado. Un momentito… está por aquí. Ésta es, ésta de aquí. Que sí, que es ella, es la de la pasarela. Mírale el bolso y analízala”, son frases contenidas en una grabación que se reprodujo hoy en la sala de vistas y cuya autoría generó cierta confusión en el transcurso de las declaraciones. El policía en segunda actividad declaró que esa voz no era suya a pesar de que su mujer la reconoció como tal. “Me puse nerviosa”, dijo después al abandonar la sede judicial y después de declarar su deseo de “dormir tranquilos ya a partir de ahora”. En el interior de la sala, mientras se reproducía el audio, otra mujer señaló “es la llamada de mi marido”. Respecto a esa llamada, la defensa reclamó en la sala que se dedujera la existencia de un falso testimonio en la declaración; cosa que el fiscal ha negado.
Otros testimonios
Uno de los testigos que prestó este jueves declaración en el juicio por la muerte de Isabel Carrasco manifestó que vio la huida de Montserrat después de disparar. El hombre declaró que llegó a la pasarela y se encontró con el cadáver de la política leonesa; después vio al policía que había seguido a la autora del crimen y detalló que la acusada desapareció de su vista posteriormente.
Otro testigo declaró haber escuchado cuatro disparos antes de llegar a la pasarela, aunque pensó que eran petardos. Entonces se cruzó con una mujer, supuestamente Montserrat, que caminaba rápido aunque sin correr y con una mano metida en un bolso. Cuando dirigió su mirada hacia la pasarela vio un cuerpo tendido y después, que volvió a girarse, perdió de vista a la mujer que supuestamente emprendía la huida. También dijo haber visto al policía y a su mujer, “muy nerviosa”, hablando con el Servicio de Emergencias 112.
Una mujer que escuchó unos disparos y vio a una mujer que llevaba la cara cubierta declaró en respuesta al fiscal que observó el seguimiento del agente de policía jubilado a Montserrat. No vi lo que pasó en la pasarela pero sí a una mujer seguida de un hombre, cruzando hacia la calle Lucas de Tuy. Luego ya vi el cuerpo”, apuntó.
La enfermera
La enfermera que transitaba el día de los hechos con su madre por el Paseo de la Condesa escuchó gritos que la alertaron de lo ocurrido, se acercó a la persona que estaba tendida y comprobó que no tenía pulso, lo que comunicó al Servicio de Emergencias 112. “Estaba tendida boca abajo, con la pupila dilatada y sin pulso y ya no procedía un masaje cardíaco. Estaba muerta”, apuntó.