Con motivo de la inauguración del Año Jacobeo, el Palacio de Gaudí ha decidido inaugurar el proyecto ‘La pieza del mes’. En 1964 se abrió al público el Museo de los Caminos, una iniciativa del obispo Marcelo González Martín, que recoge piezas de diferentes periodos y estilos artísticos de la Diócesis de Astorga. Su nombre proviene del hecho de que la ciudad es un cruce de caminos, el más destacado de todos ellos es el Camino de Santiago.
El museo dispone de una sala dedicada especialmente al fenómeno santiaguista en la Diócesis y por ello, durante los próximos meses, el Palacio de Gaudí presentará algunas de las piezas relacionadas con el Jacobeo que se encuentran en la exposición permanente del museo.
Cada mes se dará a conocer la nueva “pieza del mes” en el día 25, coincidiendo con la festividad dedicada a Santiago, 25 de julio. Aunque hasta el momento no se ha determinado una fecha para la reapertura del monumento, el Palacio de Gaudí quiere dar a conocer, en este Año Jacobeo, algunas de las piezas más relevantes del Provisorato, la sala dedicada al Camino de Santiago.
Peregrinos ilustres junto a otros anónimos, la presencia de lo jacobeo en las leyendas y en los textos escritos forman parte inherente de Astorga.
Este mes de enero, inauguramos con esta escultura de Santiago peregrino. Una pieza realizada en madera policromada del siglo XVII procedente de Labaniego (León) y que preside la sala del Provisorato en el Museo de los Caminos. Una obra anónima que ha sido restaurada recientemente por el equipo de Proceso Arte8 y enmarcado dentro del proyecto del Palacio de Gaudí para la recuperación de piezas del Museo.
Los atributos que caracterizan esta imagen son los propios de la tradición santiaguista. En una mano porta el Libro de las Escrituras, que lo relaciona con su papel evangelizador, y en la otra el bordón y la calabaza. Sobre su cabeza, un sombrero de ala ancha doblado y decorado con la vieira.
Uno de los detalles más curiosos de este Santiago se encuentra precisamente en el libro que porta en su mano izquierda. Durante su restauración, apareció en sus páginas la fecha 1694, un que da indicios de la fecha de creación de esta talla.