DA Desde el PAL-UL Astorga quieren instar al Gobierno del Estado Español, a que la Sanidad Pública financie los tratamientos a los enfermos/as de Hepatitis C con los nuevos antivirales que ya vienen ofreciéndose en otros países de la Unión Europea con muy buenos resultados. Para ello solicitarán un acuerdo en el Pleno Ordinario del Ayuntamiento de Astorga, celebrado mañana a las 20:30 horas.
La Hepatitis C es un grave problema de salud pública a nivel mundial. Concretamente en España, la cifra de infectados podría llegar hasta un 2,5% de la población. En más del 70% de los casos el virus produce una enfermedad crónica que conduce en un plazo de tiempo variable hacia la cirrosis hepática y a veces al carcinoma de hígado. En España la hepatitis crónica por virus C causa más de 4.000 muertes al año y constituye actualmente la primera causa de trasplante hepático con un gasto anual aproximado de 35 millones de euros.
Estos datos chocan con el 90% de curación alcanzado con los nuevos antivirales directos para el virus C (Sofosbuvir, Simeprevir, Daclatasvir). Estos fármacos ya están incluidos en las guías americanas y en las europeas como tratamiento para esta enfermedad. Tienen un precio muy elevado, pero pueden reducir la duración del tratamiento y minimizar los efectos secundarios, que también conllevan un gran coste sanitario.
El Estado solo financia a los pacientes con la enfermedad más avanzada
Actualmente en España el Ministerio de Sanidad sólo financia a los pacientes con enfermedad más avanzada, dos antivirales directos que ya no están recomendados en las guías, porque no son tan eficaces y porque producen importantes efectos secundarios. Para el uso de los nuevos medicamentos, la Agencia Española del Medicamento ha indicado solamente 3 situaciones límite (trasplantados, en lista de trasplante y enfermos con menos del año de espera.
El número de autorizaciones que se han emitido hasta ahora es claramente testimonial, y la actitud de la Sra. Mato en el Ministerio de Sanidad no pudo más que calificarse de inhumana cuando a consecuencia de la presión social, manifestó que la Seguridad Social sí financiaría este medicamento para los enfermos de hepatitis C, para luego echar marcha atrás y no realizarlo.
El uso de estos nuevos fármacos reduciría costes a largo plazo, ayudaría significativamente a la erradicación de la hepatitis C y ahorraría muchos sufrimientos a las personas que la padecen, salvándoles incluso en numerosos casos la vida. Se trata de utilizar los recursos públicos de forma eficaz y priorizando la salud sobre otros intereses. No sólo es una obligación del Estado, sino un derecho de los ciudadanos.