El obispo llama a una mayor implicación de los laicos en la vida pastoral del medio rural

El obispo de la Diócesis de Astorga, Jesús Fernández, ha destacado este domingo en Ponferrada que “la Iglesia no solo debe pivotar sobre los sacerdotes”, sino también sobre los laicos, especialmente en el mundo rural, donde la despoblación y  la falta de sacerdotes hace difícil mantener la vida pastoral en la medida deseada. “Todos formamos parte de la iglesia, los laicos pueden ofrecer celebraciones para mantener unida a la comunidad, aunque no haya eucaristía, visitar a mayores, enfermos, realizar catequesis…”, indicó en respuesta a los medios. Así, añadió que hay que “tender redes” y “trabajar en equipo” pues “ningún territorio es autosuficiente”.

Jesús Fernández, que este sábado tomó posesión en Astorga como obispo de la Diócesis, ha querido que su primera visita institucional fuera a Ponferrada, una ciudad que conoce bien, de cuya Semana Santa fue hace unos años pregonero. “Quiero transmitir a toda la gente un mensaje de cercanía y de cariño, en el que todos tenemos que apoyarnos y fomentar la cultura del diálogo para superar el difícil momento actual”, manifestó. Fernández fue recibido por el rector de la Basílica de la Encina, Antolín de Cela y el alcalde, Olegario Ramón.

Aunque durante sus primeros meses  quiere “escuchar mucho”, el nuevo obispo, que además de participar en un eucaristía y reunirse con las autoridades vistió el Hogar del Transeúnte San Genadio, tiene claro que la Iglesia debe tener la prioridad de reforzar su ayuda a los necesitados. “Soy acompañante Cáritas española y conozco mucho este mundo, las demandas de ayuda se han multiplicado, la crisis aumenta… es prioritario que toda nuestra acción desemboque en este ayuda”, indicó.

Sobre el patrimonio de Diócesis, Jesús Fernández expresó que, en líneas generales, está bien cuidado, y en buena parte gracias a la colaboración de las distintas administraciones, a las que dio por ello las gracias. No obstante, se manifestó preocupado por el futuro, dado que los pequeños pueblos se quedan sin gente. “Tenemos que ir buscando fórmulas para conservar este patrimonio”, apostilló.

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