El obispo de Astorga anuncia el traslado del Seminario Mayor a Salamanca

Jesús Fernández ha dado la noticia a través de su cuenta de X, alegando que la razón principal es la falta de vocaciones

El obispo de Astorga Jesús Fernández ha anunciado en su cuenta de X (antes Twitter) que el Seminario Mayor de Astorga se traslada a Salamanca debido a la falta de vocaciones. La Diócesis de Astorga cuenta actualmente con tres seminaristas mayores que se convertirán en dos el próximo mes de septiembre tras la Ordenación Sacerdotal de uno de ellos.

Ante esta situación, alega que “lamentarse no basta” sino que hay que “orar, forjar una cultura vocacional y crear contextos conde se anuncie la llamada de Dios”

A través de una carta, el obispo explica que, el pasado mes de noviembre, el Papa Francisco les convocó a Roma a todos los obispos españoles y se les entregó un documento que señalaba distintos criterios para la actualización de la formación y algunos plazos para su adaptación a la realidad nacional: “A través de la encuesta que nos ha planteado el referente papal Mons. Jesús Vidal, Obispo Auxiliar de Madrid, estamos comprobando que el mayor escoyo para la implementación del plan está siendo el de la unión de varias comunidades formativas que por sí solas no alcanzan los números de referencia: un mínimo de 8 seminaristas en cada uno de los niveles formativos”

En distintas reuniones sacerdotales, a lo largo del curso que termina, el obispo ha presentado los criterios que se les proponen y las medidas a tomar para cumplirlos: “El pasado 5 de junio, planteé al Consejo Presbiteral la pregunta sobre la incorporación de la comunidad de nuestro Seminario, deficitaria en número, a otra. Buscando asegurar un número suficiente y una formación de calidad, se me aconsejó unirlo al Teologado de Ávila, situado en Salamanca, contando con el compromiso de varios obispos de establecer en esa misma ciudad un Seminario Interdiocesano en un futuro inmediato. Convencido de que esta es la mejor solución, he tomado la decisión de proceder en este sentido”.

“Uno de los mayores inconvenientes que se pueden dar al desplazar los seminaristas a otros lugares es la desvinculación de la propia Iglesia particular. Con el fin de evitarla y de fortalecer el conocimiento y el amor a nuestra diócesis, salvo puntuales excepciones, los fines de semana regresarán a nuestra tierra para complementar la formación, especialmente en la dimensión pastoral. Espero que este hecho no nos encierre en un fácil lamento, sino que hagamos de él una lectura creyente que nos permita descubrir la raíz del problema y contribuya a concienciarnos de la urgencia de intensificar la pastoral juvenil y vocacional”, concluye.

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