Santa Cruz

El Lignum Crucis descansa en la Catedral de Astorga

La reliquia de la Santa Cruz más grande de la cristiandad y traída a España por Santo Toribio llega a la ciudad en su décima peregrinación fuera del Valle de Liébana

Astorga recibe este sábado la reliquia del Lignum Crucis, el fragmento de la Santa Cruz en la que murió Jesucristo más grande de la cristiandad. Se trata del décimo viaje que realiza la Cruz de Liébana a lo largo de su historia fuera del valle cántabro de Liébana. Santander, que ha recibido la reliquia en cinco ocasiones, acogió el Lignum Crucis por primera vez en 1957, con motivo de la celebración de unas Santas Misiones, y el último fue en el año 2011, dentro de los actos de las Jornadas Mundiales de la Juventud. En el año 1992, la Santa Cruz realizó el viaje más largo a Córdoba y Sevilla; en el año 2008 a Zamora y en 1973 a Astorga y León. Hace 45 años que la reliquia que Santo Toribio de Astorga trajo desde Tierra Santa no pisaba la ciudad.

A las seis de la mañana, la reliquia partió del monasterio de Santo Toribio en el interior de un vehículo acondicionado para la ocasión, en el que viajará Elías Hoyal, arcipreste de Liébana, y Javier Lombraña, presidente de la Cofradía de la Santísima Cruz. Además, llega acompañada por un centenar de cofrades de Liébana que han participado en la eucaristía celebrada a las 13,00 horas en el templo mayor astorgano. Poco antes de llegar a la bimilenaria, la Cruz de Santo Toribio de Astorga hizo parada en la Catedral de León, recibida por el obispo de la Diócesis, Julián López.

En Astorga, el prelado asturicense, monseñor Menéndez, fue el encargado de recibir la reliquia del obispo de Santander. En procesión, acompañada por religiosos de la Diócesis, la Santa Cruz entró al templo mayor por el Pórtico de la Gloria. Decenas de personas se acercaron hasta el atrio de la Catedral para ver la llegada de este “símbolo de la cristiandad”.

El obispo Santo Toribio de Astorga trajo de Jerusalén este fragmento de la Cruz hallada por Santa Helena, madre del emperador Constantino en el año 326. Tres siglos después, por miedo a la profanación de reliquias por parte de la invasión musulmana, tanto el cuerpo de Santo Toribio como las reliquias fueron trasladados por motivos de seguridad hasta el monasterio de Liébana.

Esta tarde, se abrirán las puertas de la Catedral para que los fieles puedan venerar la reliquia, que cuenta con el permiso de la Santa Sede para la Indulgencia Plenaria. Esta tarde, además de otras actividades, se celebrará una vigilia juvenil y cofrade tras la cual el Lignum Crucis será trasladado para su custodia en el Seminario Diocesano. El domingo, saldrá una procesión desde el Seminario hasta la Catedral a las 11,30 horas para la última eucaristía tras la cual, el Lignum Crucis regresará a su casa en el monasterio de Liébana.

Galería de imágenes

Print Friendly, PDF & Email