REPORTAJE

El infierno en el Teleno, 25 años después

Recientemente se ha cumplido un cuarto de siglo del pavoroso incencio en el Teleno y su entorno que arrasó más de 4.000 hectáreas de pinares, muchos de ellos de más de cien años. Unas maniobras militares fueron la causa del desastre.
Imagen de un incendio forestal desde Lagunas de Somoza. / @briftabuyo

“Sin novedad”, se puede afirmar en argot militar, el estatus quo del Campo de Tiro del Teleno con lo que ello supone a favor y en contra de su existencia. Lo cierto es que desde que a mediados del siglo pasado se activara esta zona de la geografía leonesa como campo de maniobras y tiro, lo más llamativo ha sido los contínuos incendios que en ese singular paraje se han sucedido periódicamente. Se cumplen ahora 25 años del más famoso quizás, cuyo humo se podía vislumbrar desde la Sierra madrileña del Guadarrama, con más de 4.000 hectáreas de pinos centenarios quemados y un sentir general de preocupación por las consecuencias de unas maniobras militares peligrosas. También es cierto que la pugna en contra y a favor de la existencia del Campo de Tiro del Teleno cuenta con la anuencia de familias que se han beneficiado de su existencia e incluso la existencia del Regimiento de Artillería en Astorga vinculada a la del propio campo de pruebas. Un debate abierto y sin cerrar. Astorga y sus comarcas apuestan por un Cuartel, sin lugar a dudas, pero también por un cambio o reforma en el Campo de Tiro más seguro y más previsor ante este tipo de accidentes.

Historia

El terreno se encuentra en el suroeste de la provincia de León, específicamente en la comarca de la Maragatería. La parcela principal se encuentra limitada al suroeste por la sierra de El Teleno y al noreste por el río Duerna. Este terreno se divide en tres áreas principales: una zona de impacto de proyectiles de 4,350 hectáreas, una zona de maniobras de 1,300 hectáreas y otras 27 parcelas más pequeñas destinadas a campamentos, áreas de tiro, puestos de mando y observatorios.

La zona de impacto de proyectiles se ubica en la ladera noreste de la sierra de El Teleno y está separada de los bosques circundantes por cortafuegos. Esta área se utiliza para el entrenamiento con diversas piezas de artillería desde las otras parcelas. La zona de maniobras, adyacente a la zona de impacto, permite llevar a cabo ejercicios de compañía y, en menor medida, de batallón, incluyendo campos de tiro para armas portátiles, lanzagranadas y armas contracarro.

En cuanto a la vegetación del terreno, predominan especies como brezos, piornos, escobas, jaras y tomillos, y también se encuentran áreas forestadas con robles, encinas, pinos y alisos. En las zonas de acceso restringido, se refugian especies elusivas como los lobos. Además, las parcelas más pequeñas se distribuyen en los términos municipales y se pueden encontrar zonas cultivadas y habitadas entre ellas.

Cabe destacar que en la ladera de El Teleno se pueden encontrar vestigios de asentamientos romanos que explotaban minas de oro. El uso de esta región como campo de maniobras tuvo sus inicios durante la Segunda República, continuando de manera informal por parte del Ejército hasta el año 1963, cuando se formalizó su utilización mediante un acuerdo entre el Ministerio del Ejército y los municipios involucrados. En la década de 1980, el Ejército optó por consolidar su presencia en la zona y llevó a cabo expropiaciones de tierras que anteriormente se destinaban a actividades forestales y agrícolas. Estas expropiaciones afectaron tanto a propietarios privados como a tierras comunales, abarcando un total de 6,111 hectáreas.

El aumento en la intensidad de las actividades militares en la región, incluyendo el uso de proyectiles que sobrevolaban no solo las tierras expropiadas, sino también áreas de cultivo y zonas residenciales, suscitó una creciente oposición a la posibilidad de expandir el campo de maniobras. Esto dio lugar a un movimiento que abogaba por su desmantelamiento y su conversión en un espacio protegido de valor natural y cultural. Varios incidentes y accidentes relacionados con la actividad militar en la zona, como la ocurrencia de incendios debido a las explosiones, el daño causado a los caminos locales por vehículos militares pesados, la caída de proyectiles fuera de las áreas designadas y accidentes causados por la manipulación de proyectiles sin detonar, uno de los cuales resultó en la trágica pérdida de la vida de un habitante local, contribuyeron a incrementar la oposición al campo de maniobras.

En 1998, un incendio de gran magnitud devastó más de 4,000 hectáreas de terreno, incluyendo una extensa área de pinares. En respuesta, el Ministerio de Defensa desplegó un equipo especializado en la prevención y control de incendios en el campo de maniobras y reforzó las medidas para evitar futuros incidentes similares. Además, se promovieron estudios medioambientales que argumentaban que el uso militar de la región podría, de hecho, tener beneficios para la flora y fauna locales.

Por último, la presencia notable de restos arqueológicos en el área, incluyendo minas de oro que podrían representar uno de los complejos mineros romanos más extensos, llevó a algunos detractores del campo de maniobras a proponer su transformación en un parque arqueológico. Esta iniciativa podría no solo preservar el patrimonio histórico, sino también impulsar la revitalización de la comarca a través del turismo.

Incendio en el campo de tiro del Teleno. / Peio García

Un campo de tiro e incendios

Son muchos los accidentes que han sucedido los últimos años en el campo de tiro del Teleno. Por ello, hemos hecho una recopilación de cuales han sido los más importantes, empezando por el más reciente.

2021 – Militares heridos durante las maniobras
Siete militares resultaron heridos al sufrir un accidente con un vehículo de combate de zapadores durante un ejercicio de instrucción y adiestramiento en las instalaciones del campo de tiro y maniobras de El Teleno, en el término municipal de Luyego de Somoza, pertenecen a la Brigada Galicia VII y están destinados en el Batallón de Zapadores VII con sede en la Base General Morillo de la localidad de Pontevedra.

El incidente ocurrió a las 18.50 horas del martes 23 de noviembre, cuando se produjo la caída por un talud y posterior vuelco del vehículo blindado ocupado por los siete militares, que resultaron heridos de diferente consideración.

Los militares llevaban a cabo un ejercicio táctico contemplado en el programa anual de preparación y en el que también participaban otras unidades de la Brilat y en el momento del incidente fueron atendidos por el personal militar sanitario de la unidad.

2021 – Incendio por ejercicios militares
El 25 de mayo de este año, el campo de tiro del Teleno sufrió un incendio causado ha sido provocado a raíz de las prácticas de tiro con fuego real que se realizan en la zona, y debido a la presencia de material explosivo en la zona del incendio, donde no es posible actuar desde tierra para sofocarlo, por ello se utilizaron exclusivamente medios aéreos en las labores de extinción.

El fuego arrasó con 450 hectáreas, y desde el Ayuntamiento de Luyego consideraban “que es un hecho lamentable, que podía haber sido evitado“, ya que como norma general, no se podrán realizar ejercicios de tiro con fuego real en el periodo comprendido entre el 1 de junio y el 30 de septiembre, y este periodo de prohibición podrá ampliarse cuando se den circunstancias de extrema sequía o de alto riesgo de incendios forestales: “Este caso se veía afectado por el segundo supuesto. Se debería ser, desde el Ministerio, mucho más escrupuloso a la hora de autorizar los ejercicios de tiro para evitar problemas”.

Las asociaciones ecologistas han denunciado en repetidas ocasiones que parte de la zona de más de 5.000 hectáreas dedicada a la zona de caídas de los proyectiles del Campo de Tiro del Teleno son zonas de especial protección.

2020 – Incendio nocturno
El 12 de agosto del pasado año se declaraba un incendio forestal, presumiblemente provocado por un rayo, dado que la tormenta eléctrica de la noche dejó muchos relámpagos en la zona montañosa. Al tratarse de una zona de acceso restringido, los medios de extinción de incendios no pudieron acudir, no obstante, el agua caída momentos después ayudó a extinguir el fuego que este miércoles se encuentra ya apagado.

2016 – Incendio forestal 
El 30 de diciembre de 2016 se declaraba un incendio forestal que arrasó aproximadamente 7 hectáreas de brezo y pasto.

Durante esos días, no fue el único incendio registrado en la provincia de León, algo a lo que no solo está contribuyendo la mano del hombre, sino también las temperaturas y la sequedad del terreno. Los Bomberos Forestales lo dieron por extinguido el 1 de enero de 2017.

2005 – Las maniobras de tiro provocan un incendio
En el año 2005, más de 4.000 hectáreas de superficie ardieron debido a un incendio que fue provocado por maniobras de tiro en la zona. De esos, unos 2.500 eran de robledales, así como abedules, alisos, pequeñas manchas de acebos, sabina rastrera, otras especies de árboles frutales autóctonos y especies endémicas con graves problemas de supervivencia debido a los incendios, y otras 2.000 hectáreas pertenecientes a la ZEPA Montes Aquilanos.

El incendio comenzó el martes 20 de septiembre, y duró una semana, ya que la presencia de proyectiles sin explotar impidió la actuación de los medios de extinción por seguridad.

Las maniobras que provocaron el fuego se realizaron en una época de extrema sequedad ambiental.

1998 – El fuego arrasa más de 4.000 hectáreas 
El 13 de septiembre de 1998, nuevamente, las maniobras en el campo de tiro del Teleno causaron un incendio que acabó con 4.300 hectáreas. La gran mayoría de los pinares que ardieron tenían entre 80 y 130 años de antigüedad.

 

 

El incendio del Teleno desde Boisán/ Marta R.

Inversión y replanteamiento

Durante todos estos años se han sucedido los movimientos ciudadanos y políticos en contra del Campo de Tiro del Teleno. Últimamente, además de los ecologístas, la plataforma Teleno Libre lleva la bandera para intentar concienciar del cambio de utilización del recinto abierto para maniobras. “El Ministerio campa a sus anchas como un señorito por sus posesiones”, llegaron a declarar en agosto de este año durante la puesta en marcha de una exposición itinerante sobre los incendios y peligros a la naturaleza que se ciernen en el enclave mítico, más allá de Astorga y sus comarcas.

Lo cierto es que todo apunta a una redimensión del recinto, un plan de seguridad mejor, mayores inversiones en materia de recogida y reciclaje de material armamentístico utilizado, prohibición de maniobras que conlleven peligro a poblaciones y, quién sabe si un cierre definitivo con vallas y vigilancia en la zona, donde quede bien delimitado el uso militar y fuera el uso civil. Ni a favor, ni en contra, la sensatez pide ante tanta evidencia una solución favorable a todas las partes.

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