S. Calleja El riesgo de mortalidad hospitalaria por infarto agudo de miocardio entre la población de Castilla y León es menor que la media nacional, y la tendencia ha mejorado en la última década. A ello se añade que el episodio se produce dos años más tarde que el resto de España, a los 72 años, frente a los 69,9 del país, y que la diferencia de edad en la que se produce el suceso entre hombres y mujeres también mejora en la Comunidad.
En concreto, si en los varones la media de edad de hospitalizados por esta patología es de 67,5 años, en las mujeres se eleva a los 75,4 años. En ambos casos, el pronóstico es mejor que el nacional, ya que los varones ingresados tienen 65,3 años y las mujeres, 74,5 años. En cuanto a la edad de fallecimiento, la diferencia es de casi un año y medio, a los 78,4 años en España y a los 79,9 años en Castilla y León.
Así se desprende de un estudio publicado en Revista Española de Cardiología, de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) que firman diez médicos de los servicios de Medicina Preventiva y de Cardiología del Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria de Santa Cruz de Tenerife, así como de la Unidad de Investigación de Atención Primaria de este centro y del área de Medicina Preventiva de la Universidad de La Laguna. La investigación se llevó a cabo entre más de 400.000 pacientes con infarto registrados en los hospitales españoles entre los años 2007 y 2014.
Pese a que el estudio también indica que el riesgo de muerte por infarto agudo de miocardio disminuyó en Castilla y León en estos siete años, si bien es mayor que al de otras nueve autonomías. En concreto, el dato de la Comunidad coincide con la media de España (OR 1) y se sitúa por detrás de los datos que arrojan territorios como Cataluña (0,75), con la ratio más baja, seguida por Castilla-La Mancha (0,87), País Vasco (0,84), Navarra (0,86), Madrid (0,89), Asturias (0,94), La Rioja (0,97) Baleares (0,99) y Galica (0,99). En el otro extremo se encuentran Canarias (1,25), Andalucía (1,24) y Aragón (1,20).
Diabetes y tabaquismo
El estudio también arroja que el tabaquismo y la diabetes aparecen asociados al mayor adelanto de la edad, y que el mayor porcentaje de fallecimientos evitables si se suprimiera la diabetes mellitus tipo 2 se daría en Canarias, con un 9,4 por ciento, seguido de Andalucía con un 8,7 por cieno. En este caso, el dato de Castilla y León se sitúa en el 6,2 por ciento, muy similar al del conjunto del país. De ahí que los investigadores alerten de la necesidad de dirigir todos los esfuerzos al abandono del tabaquismo y la prevención de la diabetes.
En concreto, en España el estudio estima que los varones fumadores experimentaron un infarto 13 años antes que los no fumadores, y las mujeres casi 21 años. El 24 por ciento de los pacientes hospitalizados por infarto era fumador (36 por ciento en el caso de los hombres y 12 por ciento, en el de las mujeres), dato que en Castilla y León se situó en el 19,3 por ciento (30,1 y 8,6 por ciento, en cada caso).
Por lo que respecta a la diabetes mellitus tipo 2, el 33 por ciento de los pacientes que ingresaron por infarto padecía esta enfermedad (28,1 por ciento en el caso de los varones y 37,9 por ciento en el de las mujeres), dato que en la Comunidad se cerró con un 29,05 por ciento (24,2 y 33,9 por ciento)
Estudio Recalcar
Precisamente con el objetivo de analizar y colaborar a corregir las desigualdades en resultados en salud cardiovasculares entre comunidades autónomas, la Sociedad Española de Cardiología puso en marcha en 2012 el estudio Recalcar, con que el que pretende elaborar un diagnóstico de situación sobre la asistencia cardiológica en España y desarrollar propuestas de políticas de mejora de la calidad y eficiencia en la atención al paciente con cardiopatía en el Sistema Nacional de Salud.
Recalcar tiene dos grandes vertientes. Por un lado, investiga la relación entre la estructura y los recursos con los resultados en la atención del paciente cardiológico y, por otra, analiza, mediante una encuesta dirigida a los responsables de los servicios de cardiología, los recursos, actividad y calidad de las unidades asistenciales de cardiología.