Infraestructuras

El Gobierno fija el nodo León-Vigo que pasa por Astorga como prioritario para desarrollar el Corredor Atlántico

Castilla y León también se beneficiará del proyecto del corredor Medina del Campo-Salamanca-Fuentes de Oñoro y del tramo complementario Palencia-Santander

León será uno de los puntos críticos en el desarrollo futuro del Corredor Atlántico, cuyo proyecto se presentó este miércoles en la sede del Ministerio de Fomento, en Madrid. La presidenta del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Isabel Pardo de Vera, avanzó que este nodo de León figura en el proyecto para la red transeuropea de transportes, ya que servirá para conectar todo el noroeste a través de este punto.

De esta forma situó el eje León-Vigo como uno de los principales del corredor en su zona noroeste, para el que se tiene previsto invertir 650 millones de euros en un tramo de 420 kilómetros. Un trazado que conecta con Ponferrada, Astorga y León, y que contempla actuaciones como la renovación de la superestructura, reacionalización de estaciones, ampliación de vías de apartado a 750 metros, adecuación de gálibos y modernización de las instalaciones de seguridad y comunicaciones. Todo ello con el objetivo de que para el año 2025, pueda contar con un moderno corredor de mercancías apto para trenes de entre 600 y 750 metros.

Pardo de Vera destacó también la conexión desde León con Pola de Lena, en la que Adif ya trabaja con la “voluntad de poner en marcha la Variante de Pajares con un planteamiento racional y definitivo, poniendo en servicio los dos tubos de manera simultánea”. Una actuación en un tramo de 70 kilómetros y 3.750 millones de euros de inversión para la renovación de la linea en ancho mixto en el tramo León-La Robla para un tráfico mixto de pasajeros y mercancías y la supresión de pasos a nivel.

Todo ello para poder incrementar la velocidad de los trenes, aumentar la capacidad por la doble vía, elevar la longitud autorizada, reducir la vulnerabilidad a la meteorología y permitir un ancho estándar. Pardo de Vera enfatizó las dificultades técnicas que impone en este tramo la orografía de los Picos de Europa.

Todas ellas conexiones con el norte y con el oeste desde León que permitirán mejorar el tráfico de mercancías que es objeto de este Corredor Atlántico. “Señores, pongámonos de acuerdo y articulemos los protocolos necesarios para potenciar esas conexiones ferroportuarias con visión estratégica, huyendo de localismos que solo conducen a una parálisis como se ha venido demostrando en los últimos años”, pidió la presidenta de Adif.

Castilla y León también se beneficiará de un tramo que servirá de complemento al corredor como es el Palencia-Santander donde, una vez finalizada su renovación en 2018, Adif trabaja ya en proyectos de duplicación en en Torrelavega-Santander y en los proyectos de los nuevos tramos de alta velocidad desde Palencia hacia Cantabria y en la mejora de los apartaderos para trenes de hasta 750 metros de largo. Todo ello en un tramo de 217 kilómetros y 440 millones de inversión que servirán para liberar la linea convencional.

Otro de los tramos contemplados en el proyecto del Corredor para Castilla y León es el de Medina del Campo-Salamanca-Fuentes de Oñoro, de 123 kilómetros y 148 millones de euros de inversión para la electrificación del tramo pendiente de red convencional, que permitirá dar continuidad a las locomotoras en Portugal, cuya linea está a 25 kilovatios. Estas actuaciones ya están en marcha, aseguró la presidenta de Adif durante la presentación del proyecto que supondrá unas inversiones totales de más de 40.000 millones de euros, de los que más de 25.000 ya se han ejecutado, y que en este año 2019 esperan poder licitar proyectos por valor de otros 2.820 para el conjunto del Corredor para que no termine siendo “una idea efímera ni obsoleta”, dijo.

El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, destacó la importancia del Corredor Atlántico como “un proyecto de Estado” por lo que supone integrar las comunicaciones en el ámbito transeuropeo y por la modernización de las líneas. Es por eso que subrayó que “necesitamos de la iniciativa privada” y abogó por potenciar su implicación tanto en los nodos logísticos y puertos como operadores logísticos en todo el corredor.

Ábalos señaló como uno de los principales retos para el corredor atlántico la “estabilidad institucional” para que sea un proyecto que tenga continuidad en el largo plazo, por lo que llamó a “tejer los consensos necesarios” para convertir en realidad este proyecto.

El consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, consideró positivo el hecho de que se tenga a la comunidad como una de las prioridades para la conexión de los distintos territorios, pero mostró a la vez su “preocupación” ante la falta de definición de algunos aspectos que, según dijo, espera poder trabajar con el Gobierno. “Entiendo que la estrategia no está cerrada y que las comunidades serán llamadas a reflexionar sobre aspectos concretos que no vemos bien definidos”, entre los que citó la linea León-Ponferrada a su paso por el Puerto de Manzanal, cuyas pendientes consideró “inoperativas para el tráfico de mercancías”, o lamentó la “ausencia relevante” la no mención al tren directo Burgos-Aranda-Madrid como conexión complementaria y que “no ha recibido ninguna consideración”.

“Tenemos que engancharnos a los primeros vagones de esa modernidad de un tráfico ferroviario fluido y sin interrupciones, y Castilla y León va a tener que estar porque es el paso para el norte y sur de España” relexionó.

El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, durante la presentación del Corredor Atlántico que tuvo lugar este miércoles en Madrid / Ministerio de Fomento
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