El Consejo de Ministros aprobó este martes el Real Decreto sobre productos sanitarios para diagnóstico ‘in vitro’ que permitirá la venta sin prescripción médica de los test de autodiagnóstico para el COVID-19 en farmacias y que se podrán realizar en el propio domicilio.
La ministra de Política Territorial y Portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, explicó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que “hoy se ha articulado poder dispensar sin receta médica en las farmacias los test de autodiagnóstico para que a título individual los ciudadanos puedan hacer un ejercicio de prevención para valorar si hay contagio”.
En cualquier caso, señaló Isabel Rodríguez, si el test diera positivo “tendríamos que recurrir al sistema sanitario para chequear ese diagnóstico y pudiera computarse como contagiado”.
El Real Decreto aprobado modifica el Real Decreto 1662/2000, de 29 de septiembre, sobre productos sanitarios para diagnóstico ‘in vitro’, con objeto de regular la venta al público y la publicidad de los productos de autodiagnóstico de la Covid-19. Mediante esta norma se procede concretamente a modificar los artículos 13.6 y 25.8 del citado RD 1662/2000 con una doble finalidad.
Por un lado, incluir los productos de autodiagnóstico de la Covid-19 entre aquellos exceptuados de la necesidad de prescripción para su adquisición en farmacias; y, por otro, permitir la realización de publicidad dirigida al público en relación con estos productos.
La situación de crisis sanitaria ocasionada por la Covid-19 hace necesario aumentar la capacidad diagnóstica del Sistema Nacional de Salud, con objeto de identificar de forma rápida sospechas de casos positivos de SARS-CoV-2, para tomar las medidas adecuadas y así controlar eficazmente la progresión de la pandemia y al mismo tiempo atender a los afectados por la misma y ayudar a su recuperación, explica el Gobierno.
La disponibilidad de pruebas de autodiagnóstico de la Covid-19 permitirá a la población general la realización de las pruebas sin la intervención de un profesional sanitario, lo que, por un lado, reducirá en cierta medida la presión asistencial de los centros sanitarios, y por otro, permitirá la identificación rápida de sospechas de casos positivos.