Era la propina de aquel concierto que aún hoy resuena en mis oídos. En el interior del teatro, entre las cortinas, las butacas, los focos y el calor del público, los dedos revoloteaban ágilmente sobre las cuerdas y los trastes de la guitarra. Parecía que solo acariciaba el aire, y sin embargo los acordes de los «Recuerdos de la Alhambra» de Francisco Tárrega salían del escenario del Teatro Bérgidum con un sonido nítido y rotundo. Se podía decir que sonaba mejor que en el disco; gracias a la ayuda de la nueva megafonía de la sala. De esta manera, y con el embeleso unánime y los vigorosos aplausos, terminaba la trigésima segunda edición del Festival Internacional de Guitarra de Ponferrada (Festing) 2021. Gracias, María José Cordero. Has conseguido, una vez más, emocionar al público hasta llegar al éxtasis.
Tú vales mucho, y ya lo dejaste bien claro desde el momento en que pusiste en marcha el Conservatorio de Música «Cristóbal Halffter» de Ponferrada. Tú enseñaste a andar a la magnífica institución que hoy resplandece junto al Parque del Oeste de nuestra ciudad. Le diste forma y lo has dejado funcionando maravillosamente con un equipo de excelentes profesionales. Hemos pasado de aquellos conciertos de piano en el salón de actos de Caja España, a tener dos orquestas sinfónicas nada menos. Ahora, y como compositora, nos tenemos que volver a quitar el sombrero ante tus creaciones. Recuerdo ese veinte de noviembre donde nos cogiste de la mano y nos llevaste en volandas, compás a compás: por encima del Valle del Silencio, del Campo de las Danzas, del Camino Olvidado y las Médulas. Se trataba de la fantástica «Suite Bérgidum» que se suma a la «Cantata Berciana» de Fernando López Blanco, y a las aportaciones de Esteban de la Puente, Brindis Morán, etc., para seguir engrandeciendo el patrimonio cultural del Bierzo.
Gregorio Esteban Lobato, 24 de noviembre de 2021