La Comisión de Desembalse de la cuenca del Duero valoró este lunes el cierre de la campaña de riego, que llega a su fin con las mejores reservas de agua de los últimos seis años. Actualmente, todos los embalses de la cuenca se encuentran por encima del 40 por ciento de su capacidad, y en conjunto disponen, como dato de partida, de más de 200 hectómetros cúbicos por encima del comienzo del mejor año hidrológico, considerando los últimos seis años, informaron fuentes de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) a través de un comunicado. En lo que respecta al embalse de Villameca, cierra este semana con 7,7 hectómetros cúbicos, un 38,4% de su capacidad total, cinco hectómetros cúbicos más que la media de los últimos diez años.
Al comienzo de la campaña de riego, el pasado mes de abril, las reservas alcanzaban el 73,5 por ciento de la capacidad de embalse si bien, este valor siguió incrementándose hasta la segunda quincena del mes de junio, cuando se alcanzó el máximo volumen de agua almacenada en el sistema de embalses gestionado por el Estado, con 2.676 hectómetros cúbicos, el 93 por ciento, momento en el que, con carácter general, se comenzó a desembalsar con destino a regadío.
Estas circunstancias tan favorables permitieron el desarrollo sin incidentes de la campaña de riego y terminarla, en la totalidad de los embalses, por encima de la reserva de agua que se estableció en la última Comisión de Desembalse. Por otra parte, las circunstancias de octubre, con escasas precipitaciones, han determinado que las reservas de agua en los embalses se hayan reducido este mes en cerca de 100 hectómetros cúbicos.
La Comisión de Desembalse dio luz verde también a la propuesta de llenado de los embalses para el año hidrológico 2017-2018, que no introduce novedades con respecto al año anterior. Se mantiene, por tanto, la propuesta de 2016 en la que se introdujeron diversas modificaciones a partir de la experiencia acumulada en años anteriores. En este sentido, ese año se aumentaron ligeramente los resguardos en los sistemas Carrión y Órbigo, teniendo en cuenta que la primavera alcanza hasta el mes de mayo. En cambio, se redujo el resguardo en Cogotas de 15 a diez hectómetros cúbicos, en presencia de nieve en los meses de marzo y abril.
En cuanto al caudal máximo a desembalsar, en aquella ocasión se redujo el caudal de alarma o de máximo desembalse en algún caso. A tenor de las circunstancias favorables de este año, en caso de que el otoño o el invierno fuera normal en cuanto a precipitaciones, se podría aprovechar para generar caudales de avenida en algún momento en ciertas presas, de forma que se atendiera la petición de contribuir a la limpieza de los fondos de los ríos establecida en el Plan Hidrológico. De la misma forma, se aprovecharía para contrastar la validez de los caudales de alarma o máximos de desembalse que se incluyen en la presente propuesta, atendiendo a sus efectos sobre la población.