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La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, y los consejeros autonómicos han acordado este miércoles que el curso escolar acabe en junio, descartando como habían pedido algunos sectores educativos que se prolongue durante el verano. Lo que si habrá son “actividades de refuerzo en periodo estival, combinadas con actividades lúdicas”, pero con carácter voluntario.
También se descarta el aprobado general como tal, si bien Gobierno y comunidades han pactado facilitar que los estudiantes pasen de curso aunque tengan asignatura suspensas, lo que de hecho permitirá a los alumnos no repetir salvo en casos excepcionales. Eso sí, las asignaturas pendientes las tendrán que recuperar al año siguiente para poder seguir avanzando.
La evaluación final tendría en cuenta las notas de los dos primeros trimestres mientras el tercero tendría un efecto diagnóstico (no académico). Las comunidades autónomas tendrán libertad para decidir si avanzar con el temario o dedicar el tiempo, como se ha hecho mayoritariamente hasta ahora, a repasar conceptos ya tratados en clase.
En cuanto a la EBAU, se mantienen las fechas previstas en Castilla y León, 1,2 y 3 de julio
El fin de curso será evaluado para los alumnos de segundo de Bachiller por el cuadro de sus profesores al completo, y en el caso de que tengan alguna asignatura suspensa será el conjunto de los docentes el que decida por mayoría si el alumno puede hacer la EBAU o, por el contrario, repetir.
