Tras la fumata blanca en la prórroga de los ERTES alcanzada entre patronal, sindicatos y gobierno ya podemos confirmar que el enfermo sigue en la UCI, con las constantes vitales débiles, pero sigue entre nosotros… Como pensarán aquellos que se sentaron a la mesa del dialogo “En Enero Dios proveerá” pero mientras tanto ya tenemos una retahíla de bonificaciones, exenciones para autónomos y empresas de sectores profundamente afectados por la pandemia y que pueden estar afectadas por hipotéticos confinamientos temporales o por la limitación temporal de aforos, horarios, etc. No obstante, en honor a la verdad y a pesar de que sea en el último momento, se agradece el mensaje de entendimiento y diálogo lanzado a última hora por todas las partes, nos jugamos mucho en esa mesa y todas las medidas son bienvenidas no solo por ser útiles sino por ser extremadamente necesarias.
El caso es que según se acerca el final del año, con la prórroga de los ERTES bajo el brazo, una pregunta empieza a rondar la cabeza del mortal contribuyente español que de una forma u otra se ha visto afectado por el COVID-19, ¿Cómo afectará el COVID-19 a mi declaración de la renta del 2020? Pues utilizando el sabio refranero español les diré que “cuando el río suena, agua lleva”. Pues bien, cual globo sonda, ya empezamos a ver, leer y escuchar como los medios de comunicación empiezan a lanzar mensajes de “cuidado” Junio del 2021 puede suponer una sorpresa si al menos no vas preparado a ver a tu gestor, asesor o funcionario de la administración. Lo cierto es que como asesor de empresas les diré que los del gremio ya sabemos que llegado ese momento nuestra labor no es grata, y hasta parecemos los malos, al dar el resultado de una declaración que no sigue una línea similar a la de los últimos años y que a fin de cuentas es lo que el contribuyente espera. Ya es mítica la expresión de “es imposible”, pues bien… este texto solo pretende hacer ver que lo imposible puede ser posible, y desgraciadamente a veces lo es.
El caso es que es mucha la casuística que podemos encontrarnos en la realización de la renta del 2020 pero nueve son las cuestiones básicas que todos los lectores de este artículo deberían al menos pensar antes de lamentarlo profundamente en las redes sociales, con el grupo de amigos cuando obtenemos el borrador del IRPF o cuando nuestro gestor nos llama para decirnos el resultado de la declaración. ¿La situación vivida desde el 14 de marzo del 2020 me afectará? La respuesta casi en cualquier caso es, sí. Y esa afirmación, centrándonos en cuestiones que pueden suceder con mayor probabilidad, pueden tener relación con aspectos como:
1. Percepción de prestaciones a consecuencia de un ERTE.
2. Posibilidad de aplicar la deducción de maternidad o paternidad en caso de ERTE.
3. Arrendamiento de inmuebles con reducción de la renta, moratoria de los pagos de alquiler o condonación de la cuota.
4. Rescate de planes de pensiones
5. Considerar la suspensión del plazo en supuestos de reinversión de ganancias patrimoniales.
6. Moratoria de las hipotecas a efectos de su desgravación.
7. Incremento en la deducción de donativos.
8. Prestación extraordinaria por cese de actividad de autónomos.
9. Calculo para la determinación de la residencia fiscal.
Como los lectores deducirán no es posible abordar todos estos puntos, ni es el objetivo de este artículo, pero si se pretende al menos hacer pensar, revisar y analizar antes de que llegue el momento, como puede afectaros la prestación por desempleo del ERTE, si tendré derecho o no a aplicar ciertas deducciones, si el hecho de que mi casero me haya rebajado o condonado el alquiler del local comercial me afectará a mí, y como le afectará a él… Antes de que nos sentemos a hacer nuestra declaración de la renta del 2020 y la sorpresa sea tan grande que pensemos y nos sintamos como el español más perjudicado del país en su renta revisen el porcentaje de retención de sus nóminas, analicen la deducción que sí, o no, podrán aplicar, analicen si podré deducirme o si debo imputarme un rendimiento de capital inmobiliario sin que el mismo haya existido… en fin, no comentan el mismo error que las personas citadas al inicio del artículo dejando para el último día los deberes, planifiquen y analicen bien el escenario que tendrán, una vez llegué Junio del 2021 la tirita no servirá de nada y de existir no se llama tirita, se llama fraccionamiento.
Evidentemente aún podemos encontrarnos con novedades en la renta del 2020 que consideren como exentas rentas que hoy no lo son, que las comunidades creen deducciones o reducciones que hoy no existen, pero estamos en octubre y el río aún no suena, así que poca agua debe llevar.
La economía es una ciencia donde activo y pasivo debe cuadrar, pero también es una ciencia donde la previsión y análisis detallado de las circunstancias facilitan cuadrar las cuentas, sobre todo cuando esas cuentas nunca antes las hemos calculado igual.
Javier Guzmán
Muchas gracias al autor, al que no tengo el gusto de conocer, pero sin duda haré lo posible para hacerle llegar mi agradecimiento. Un artículo interesante que habla sobre lo que no se escucha, la realidad de las cosas. Solo espero que el 2021 no suponga una gran sorpresa para la gente normal y que alguno se las vea y se las desee para poder pagar su renta después encima de estar en erte.