El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) tiene previsto invertir 16.080 millones de euros en el Corredor Atlántico, que atraviesa once comunidades, en los próximos años, de los que 3.913 son para la renovación de infraestructuras y 12.168 para obras de nueva construcción. Además, identifica como principales actuaciones en Castilla y León el tercer carril en la línea ferroviaria entre León y La Robla, la Variante de Mercancías de Valladolid y la electrificación del eje Salamanca-Fuentes de Oñoro.
Este lunes, el secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, David Lucas, presentó en Gijón (Asturias) la situación y objetivos del Corredor Atlántico y al comisionado, José Antonio Sebastián, junto al secretario general de Infraestructuras, Xavier Flores, y el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón. También asistió la consejera de Movilidad y Transformación Digital, María González Corral, en nombre de la Junta de Castilla y León.
Además, para financiar los trabajos pendientes, Lucas explicó en su primer acto que el Plan de Recuperación, Transformación y
Resiliencia (PRTR) va a destinar sólo a los tramos del Corredor Atlántico más de 2.477 millones de euros. En esta línea, los Presupuestos Generales del Estado de 2023 recogen 1.648 millones en inversiones para avanzar en completar y ampliar el corredor Atlántico, una cifra “muy similar” a la reservada para el Corredor Mediterráneo.
El Corredor Atlántico, que comprende once autonomías (Castilla y León, Asturias, Galicia, País Vasco, Navarra, Aragón, Extremadura, Madrid, Castilla-La Mancha, Andalucía y Canarias), ha recibido inversiones de 33.325 millones de euros, de los que 10.003 millones se han ejecutado desde 2013. Además, este eje logístico, que conecta Portugal con el resto de Europa, a través de España, trata de favorecer el transporte ferroviario de mercancías con la mejora de las vías y las conexiones ferroportuarias, el desarrollo de polos logísticos, impulsando el uso de las autopistas ferroviarias.
Así, está previsto potenciar actuaciones de intermodalidad logística en infraestructuras integradas en el Corredor Atlántico, donde destacan la implantación del tercer carril en la línea ferroviaria León-La Robla, junto con la Variante de Pajares que entrará en servicio este año, la Variante Este de Mercancías de Valladolid, así como los trabajos de renovación en la línea Orense-Monforte de Lemos-León y la electrificación del corredor Salamanca-Frontera portuguesa.
A ellos se une la electrificación de la línea Guillarei-Tui-Frontera Portuguesa y las nuevas terminales de mercancías en la Plataforma Logística del suroeste europeo (Badajoz) y de Júndiz. Además, el Ministerio subrayó que se están desarrollando diversas actuaciones destinadas a la ampliación de apartaderos a 750 metros para la explotación de trenes de longitud interoperable (740 metros).
La estrategia del Ministerio se conoce semanas después de que Castilla y León, Galicia y Asturias aprobaran una estrategia para el ferrocarril del noroeste en la cumbre de Santiago de Compostela. En ese documento, reclamaban una inversión de 7.884,3 millones de euros, de los que 2.801,9 correspondían a Castilla y León.
Principales actuaciones
El Ministerio identifica en el Corredor Atlántico como principales actuaciones´en Castilla y León la construcción de la Línea de Alta Velocidad Burgos-Vitoria, cuyos proyectos están adjudicados, lo que requerirá una inversión de 1.500 millones. También prevé una inversión de 820 millones en el eje Vigo-Orense-Monforte de Lemos-León, que incluye la renovación de infraestructura y superestructura, mejora de seguridad y comunicaciones, así como la ampliación de vías de apartado y adecuación de gálibos, y en territorio gallego obras de plataforma y electrificación por 140 millones entre Orense y Monforte.
También, Transportes estima 75,6 millones para la adaptación a parámetros de interoperabilidad y seguridad, y ancho
estándar de la línea León-La Robla, junto a los 3.900 millones invertidos en la Variante de Pajares, que afronta la fase de pruebas antes del inicio de la explotación comercial. Además, destaca la Variante Este de Valladolid en ejecución con 150,4 millones, así como la electrificación a 25 kV de corriente alterna de la línea de Salamanca a Fuentes de Oñoro, una obra en ejecución con una inversión prevista de 148 millones.
De la misma forma, el Ministerio estima que invertirá 83 millones en diversas actuaciones de renovación en diferentes tramos de la línea convencional Madrid-Hendaya. Con ello, las principales funcionalidades identificadas para su mejora son el noroeste -más longitud de trenes y adecuación de gálibos; las conexiones entre la meseta y Asturias -más capacidad-, así como entre Salamanca y Portugal. También destaca la construcción de la línea de alta velocidad Burgos-Vitoria (en redacción de proyecto), que “liberará capacidad
en red convencional para mercancías”.
Además, el Ministerio expresa su compromiso con la integración de Cantabria y La Rioja en el Corredor Atlántico por su importancia para el futuro de la Red Transeuropea de Transporte como eje económico de España.
Ronda de contactos
También, el secretario Estado animó a las empresas y comunidades a trasladar sus necesidades a través de este Comisionado para
el Corredor Atlántico, que se encargará de escucharlas con la voluntad de convertirlas en proyectos que, a través de la logística, potencien la actividad de las empresas, el motor económico del país.
“Para nosotros es muy importante la colaboración público-privada y el papel que jugáis las empresas como impulsores del Corredor. Contáis con todo mi compromiso con este Corredor, prioritario para el Gobierno, y para impulsar todas las importantes actuaciones que se están desarrollando en vuestros territorios. El Corredor Atlántico y los agentes implicados en él contáis con toda mi colaboración y complicidad y con el de la ministra Raquel Sánchez, a la hora de desarrollarlo”, aseveró David Lucas.
Así, el Comisionado iniciará una ronda de contactos con todas las comunidades autónomas implicadas y también con aquellas empresas potenciales usuarias del Corredor Atlántico para poner en común las necesidad y prioridades de la infraestructura ferroviaria e impulsarla puesto que es un proyecto vivo y en desarrollo que aspira a seguir completándose y ampliando. En definitiva, será el interlocutor con todos los actores políticos, económicos y sectores nacionales implicados, así como de las instituciones comunitarias y de otros países implicados en el despliegue del Corredor.