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Chema Jáñez, concejal de Hacienda del consistorio astorgano, desmenuzaba en la mañana del jueves los datos relativos a la liquidación del presupuesto del ejercicio 2019. Los mismos reflejan que el consistorio astorgano tendrá que someterse a un pequeño plan económico financiero que podría extenderse durante los dos próximos ejercicios. El incumplimiento de la regla del gasto, que inicialmente se incurriría en aproximadamente 300 000 euros, quedará con los debidos ajustes en 100 000 euros.
Según explicaba el concejal, el actual equipo de gobierno partió de “un presupuesto menguado en el gasto corriente, teniendo dificultades para realizar algunos actos”.
En el apartado de ingresos se destaca el capítulo de impuestos directos, que recauda 4.3 millones de euros frente a los 75 000 percibidos a partir de los impuestos indirectos. A dichos ingresos se deben sumar las tasas, de casi millón y medio de euros, y el capítulo dos de derechos por transferencias corrientes, que asciende a 2 885 000 euros.
En lo que se refiere al apartado de gastos, el más importante es el del personal, que supera ligeramente los cuatro millones, seguido de los gastos corrientes y servicios, con un valor ligeramente superior a los tres millones. Además, otro de los gastos relevantes ha sido el de las inversiones reales en obras, que supuso para el consistorio un desembolse de 1.3 millones.
Frente a los ingresos previstos de 13 millones de euros, finalmente han sido 8.8 millones percibidos por el Ayuntamiento. En cuanto a los gastos, presupuestados en 13 millones, finalmente han sido 9.4 los millones invertidos. Todo ello deja un resultado presupuestario ajustado de 307 000 euros positivos, tras compaginar los remanentes.
Tal y como explicaba Jáñez, este resultado tiende a la baja, lo que supone un presupuesto cada vez más ajustado. Otro de los elementos que también disminuye es el remanente líquido de tesorería, que asciende a 2.3 millones de euros.
El aumento de las necesidades de la ciudadanía y la falta de población también sitúan las arcas municipales con un ahorro neto cada vez menor, situándose al cierre del presupuesto 2019 en 713 000 euros. Por otro lado, la deuda municipal a 31 de diciembre ascendía a 1.8 millones, de los cuales 437 000 euros serán amortizados durante el 2020.
“No puede ser que ayuntamientos con recursos como Astorga no puedan realizar inversiones, teniendo recursos suficientes, por la ley de sostenibilidad financiera”, explicaba el concejal.
Jáñez también reconocía que sus ideales económicos difieren de los del anterior equipo de gobierno, quienes animaban a acabar con la situación de “parálisis” en el consistorio. “Pese a que nos hemos contenido en algunas intenciones, hemos incurrido en la regla del gasto”.
Según explicaba, todavía quedan ajustes por hacer en los gastos excedidos, por lo que los trescientos mil euros en los que se ha incurrido dicha regla podrían convertirse en aproximadamente cien mil.
“Haber incurrido en la regla del gasto es sinónimo de que en la ciudad no hay parálisis” y es que, “si queremos actuar con los recursos, fácilmente se rompe esta regla”, explicaba el concejal a la par que aclaraba que no supone una crítica para el anterior gobierno “porque ellos usaron todos los recursos que tiene el ayuntamiento”.
Finalmente, Jáñez afirmaba que el presupuesto para el año en curso no ha salido adelante por la sobrecarga de trabajo de los funcionarios del consistorio asturicense y que, aunque el crédito pedido para realizar la nueva piscina no todavía se ha cancelado “porque no es prioritario”, no se va a realizar tal obra.
