El Complejo Asistencial Universitario de León ha puesto en marcha su Plan de Desescalada para recuperar la actividad con los objetivos de garantizar la asistencia de la población y evitar la diseminación de la enfermedad.
El gerente del Caule, Alfonso Suárez, señaló que la vuelta a la normalidad debe llevarse a cabo “con las máximas garantías de seguridad, tanto para los profesionales como para los pacientes”, por lo que, de forma escalonada, se está reorganizando la actividad hospitalaria con circuitos y áreas diferencias de COVID y no COVID, lo que implica extremar las medidas de prevención, impulsar la detección rápida de los casos, incrementar la capacidad de control de contactos estrechos y disponer de un sistema de información que permita extrae datos estructurados y su volcado automatizado.
En esta propuesta de nueva reestructuración, el Edificio Princesa Sofía alojará a pacientes no COVID de todas las especialidades médico-quirúrgicas, mientras que el edificio Virgen Blanca y el Monte San Isidro albergarán los ingresos de pacientes COVID positivos, sospechosos y aquellos que tengan clínica compatible con la enfermedad.
La situación actual posibilita la apertura progresiva de 16 quirófanos con el objetivo de incrementar la cirugía de procesos oncológicos, urgencias y cirugía programadas con prioridad a otras especialidades, siempre dejando un margen para posibles repuntes que pudieran darse.
En cuanto a las consultas externas y las pruebas diagnósticas, el objetivo es recuperar la actividad anterior a la pandemia de forma progresiva y coordinada con Atención Primaria, fomentando la telemedicina, que mejora los tiempos de respuesta y reduce las listas de espera. “Puede reducir el número de pruebas duplicadas y prestar una atención integral y continua sin perder la calidad en ningún eslabón dela cadena de atención médica”, aseguró el gerente.
Asimismo, se potenciarán las teleconsultas a través de las que se valorará la historia clínica del paciente y se adoptará la decisión según sus necesidades de tratamiento y nivel de cuidados apropiados. De igual forma, se incrementarán las consultas no presenciales, las lecturas telemáticas de pruebas radiológicas y los ejercicios de fisioterapia online. Para todo ello, en el servicio de admisión elabora agendas con horarios que eviten las aglomeraciones en las salas de espera y se reduce el número de acompañantes de un paciente.
En cuanto a las urgencias, el Caule mantiene dos zonas de admisión de urgencias, para lo que ha retomado las urgencias generales en la actual zona de urgencias respiratorias y ha establecido la urgencia COVID en lo que era la antigua urgencia pediátrica, que se mantiene en la entreplanta del Edificio Virgen Blanca.
La zona de pretriage de campaña, situada en el exterior del edificio y que durante estos meses no ha sido finalmente necesaria, se mantendrá un tiempo para la realización de radiografía de tórax y analítica a las personas con infección de coronavirus o sospechosos, estableciendo un circuito de atención y realización de las pruebas diferenciado del resto de procesos.
De manera general, el Caule ha extremado la limpieza en todo el Complejo Asistencial, ha limitado el aforo en los ascensores, facilita información mediante cartelería estableciendo circuitos de acceso y movimiento de los pacientes para evitar masificaciones, garantiza el stock de Equipos de Protección Individual y ha redimensionado su plantilla teniendo presente la posibilidad de un nuevo repunte y convivencia con la COVID-19.