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El fin de semana ha sido muy positivo para el Club Atletismo Teleno-El Arriero Maragato. El domingo, el buque insignia del equipo, Raúl Celada, terminaba en un meritorio puesto 18 y cuarto clasificado de Castilla y León, que logró la plata por combinados autonómicos. La preparación de su temporada, en progresión continúa, le hacía valer el título de único candidato a batir al a la postre campeón Carlos Mayo, que dos semanas antes había vencido también en Oropesa de Mar.
Un proceso viral sufrido la semana previa y las altas temperaturas de estos días, y más en Mérida, mermaron a Raúl, que nunca se encontró cómodo y pasada la primera de las cuatro vueltas a un circuito “romano” de 2 kilómetros comenzó a ceder tiempo y posiciones. A pesar de ello decidió luchar y terminar en el top 20 de España, algo al alcance de muy pocos, y eso a pesar de su delicada situación.
El sábado, en Antequera, fue el turno para los dos representantes cadetes. Manuel Esteban fue de la partida en la primera de las cuatro semifinales de los 600 metros y que fue, junto con la cuarta y última, la más rápida y dura. Tras una primera vuelta frenética y llena de luchas, tuvo que ceder unos segundos al final de la misma, y a pesar de ello estuvo muy cerca de su mejor marca.
La guinda al pastel la puso uno de los atletas nacionales con mayor proyección, Sergio Alegre. Poco después de las semifinales del 600 metros masculino, se disputó la final del 3000 metros. En una carrera memorable, una más, no sólo aguantaba el ritmo de los dos mejores durante la primera parte de la prueba, sino que era capaz de aguantarles hasta el final de la prueba, donde el extraordinario final de sus rivales le dejo a cinco segundos de ellos.
Hay que recordar que Alegre lograba una marca de 9’26” hace un año en la misma distancia, y que hace un mes y con escasa preparación en pista, bajaba la misma en 10″. Ahora con el entreno centrado en esta disciplina y su afán de seguir a los mejores de España (David Santos y Mario García) le han valido para bajar otros 16 segundos y lograr unos estratosféricos 9’00” en 3000 metros, y eso a pesar de entrenar distancias más cortas, de entrenar “sólo” (sin alguien que le haga de referente día a día) y sin contar con las instalaciones adecuadas.
