El cine y la teoría de la relatividad

 

El concepto de velocidad absoluta y relativa es muy sencillo de entender, en nuestra experiencia de la vida cotidiana. Atención a este detalle. Un pasajero que viaja en un tren cómodamente sentado se mueve respecto al tren con velocidad cero, es decir no se mueve; pero respecto a la vía se mueve con la velocidad a la que se desplaza el tren. En este caso solemos convenir en que la velocidad respecto al tren es relativa y la velocidad respecto a la via es la absoluta, porque la vía como el terreno en el que se asienta están  en reposo.

Hay muchos ejemplos similares. En una escalera mecánica que se mueve a un metro por segundo si una persona se mueve además sobre ella a una velocidad de otro metro por segundo en el mismo sentido de movimiento que la escalera; se estará moviendo (la persona) a una velocidad relativa de un metro por segundo, pero a una velocidad absoluta de 2 metros por segundo, ya que respecto al exterior de la escalera se mueve obviamente a dos metros por segundo. Si por el contrario la persona se mueve respecto a la escalera mecánica a un metro por segundo, en sentido contrario al del movimiento de la misma la velocidad absoluta de la persona será de cero; pues respecto al exterior de la escalera se hallara en reposo es decir sin moverse .

Se pueden traer a colación múltiples ejemplos. El de un pasajero moviéndose por la cubierta de un barco que además se está moviendo respecto a la línea de costa y muchos otros.

Durante muchos siglos se consideró que La Tierra estaba totalmente inmóvil y por tanto el desplazamiento absoluto o la velocidad absoluta, se medían respecto al suelo que utilizamos para andar o para viajar; bien sea a lomos de un caballo o en carro o más modernamente en un tren o automóvil.  El problema de la velocidad absoluta, totalmente absoluta; se puso poco a poco de manifiesto cuando se descubrió que La Tierra está afectada por otros movimientos, como el hecho de estar girando sobre si. Esto implica que el suelo no está quieto si no en movimiento. Además el asunto no queda aquí. Resulta que La Tierra no sólo gira sobre si. Además está girando en torno al Sol. Este a su vez y todos los planetas que le acompañan están girando en torno a un punto de la Galaxia. Además, la Galaxia (la Via Láctea) a la que pertenece el Sol y muchísimas estrellas más también a su vez se está moviendo en su conjunto. Por tanto ¿Cómo es posible fijar un espacio de referencia absoluto?. Esta cuestión ya se debió plantear desde los tiempos de Newton.

Esa referencia absoluta sería la que habría de servir para determinar la velocidad absoluta. No obstante no hay la más mínima evidencia de que el conjunto de las galaxias del Universo estén metidas o ubicadas todas ellas dentro de un espacio de referencia concreto, es decir dentro de una inmensa caja o algo similar. La velocidad de la luz (las estrellas velocidad emiten luz) habría de medirse pues con respecto a ese espacio o ese marco de referencia; pero ese marco no existe o al menos no se conoce. Tampoco hay evidencia alguna de que exista un centro del Universo.

Este tema fue el que al ser analizado e investigado permitió demostrar que no hay un espacio de referencia absoluto, si no una velocidad absoluta (la de la luz) que a su vez implica algo que parece imposible de admitir. Que el tiempo es relativo. En una palabra, que entre un suceso A y otro suceso B el tiempo que transcurre depende del sistema de referencia elegido. En concreto en el interior de una nave espacial o en un tren en movimiento el tiempo transcurrido entre dos sucesos; no es el mismo para quienes están en el interior de la nave o del tren que para los que vean desde fuera esos dos sucesos. Ya se que esto es muy complicado de entender y también de explicar; por ello de momento lo dejamos aquí. No obstante este asunto de la relatividad del tiempo es algo que a estas alturas de la historia; se ha tratado incluso en algunas películas de cine, como “El planeta de los simios”. Ver imagen adjunta.

Hay otros aspectos de la llamada Teoría de la Relatividad, que son  complicados, muy complicados de entender  y por ello mejor explicarlos poco a poco en sucesivos artículos. Quizá más adelante.

Madrid, 9 de noviembre de 2019/  Rogelio Meléndez Tercero

 

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