“El Centro de Día hace más llevaderos los días de los enfermos, les hace sentir útiles y nos da una segunda vida a las familias”

Con motivo del Día Mundial del Alzheimer, familiares de personas que padecen esta enfermedad han contado su experiencia y como sus vidas cambiaron desde que conocieron AFA Astorga. Este miércoles, se celebrará el día en la plaza Mayor a través de un acto en el que participarán colegios de la ciudad

Con motivo del Día Mundial del Alzheimer el próximo 21 de septiembre, familiares de personas que padecen esta enfermedad han compartido su experiencia y como el Centro de Día de la Asociación de Familiares y Amigos de Enfermos de Alzheimer de Astorga y Comarca les cambió la vida a ellos, les aportó libertad y mejoró los días a los enfermos.

Actualmente, AFA Astorga cuenta con 47 usuarios (25 de ellos a jornada completa y el resto solo acude por las mañanas o las tardes).

La directora María José Martínez señaló que uno de los problemas de esta enfermedad es el desconocimiento por lo que organizan todos los años una jornada de puertas abiertas, que este 2023 será este martes de 11 a 13 horas y de 16 a 18 horas: “No va nadie nunca o van dos personas y deberían ir para ver lo que hay porque es que parece que la gente piensa que el alzheimer y la demencia provocan locura o comportamientos de violencia y no es así”.

Además, este miércoles, a las 11 horas, AFA Astorga celebrará el día en la plaza Mayor a través de un acto en el que participarán colegios de la ciudad y un grupo del Hospital San Juan.

El Centro de Día, esencial para la mejora de los enfermos

Antonio Vela tiene a su mujer en el centro desde principios de este año y alaba la “admirable” labor que realizan ya que la entrada de su esposa en AFA Astorga provocó un cambio radical en ella: “El problema que encontramos es la poca respuesta a nivel de las autoridades, deberían implicarse más pero a nivel de centro el trabajo es estupendo. En mi caso, fuimos a León al principio y cuando vinimos a Astorga dio un giro total“.

Antonio comenzó a darse cuenta de que su mujer tenía un problema cuando empezó a perder la memoria y desubicaba las cosas: “Vi que hacía la comida y se le olvida echarle cosas o que cambiaba las cosas de sitio. Eso fue poco a poco a más y decidí consultarlo hasta que me dieron un diagnóstico y medicación. Al principio lo asimiló mal pero ahora tiene días”.

“Es como una niña, se desorienta, en esta enfermedad a los mayores hay que tratarlos como niños. Es importante la rutina y no variarles las cosas demasiado”, alegó.

“Hay días que va con pocas ganas y no quiere quedarse sola, ya que tiene mucha dependencia de mí. Necesita que esté con ella cuando esté en casa, a su lado, en el momento que te echa de menos se pone a llorar. Se nota mucha la falta de asistencia al centro los fines de semana, hay ratos muy malos”, explicó.

Por su parte, Felipa Martín se lió la manta en la cabeza y se vino a vivir a Astorga gracias a su yerno, cuyos padres viven en la ciudad, y por las facilidades para llevar a su marido con alzheimer al centro, ya que en la capital era más complicado. Felipa lucha por su marido y por su hijo, que tiene autismo.

La familiar cuenta que empezó a notárselo sobre todo a la hora de conducir: “No sabía por donde tenía que ir. Fuimos al médico, unos me decían que sí tenía y otros que no y tuve que luchar durante meses para que me pagaran el tratamiento en la Seguridad Social”.

En Astorga he notado un cambio muy grande. Se pasa muy mal pero lo bueno es que ellos no sufren mucho, los que sufrimos somos los familiares, es un golpe muy fuerte. Tengo dos niños en casa que a veces se llevan genial y a veces no tanto, tengo que ponerme en el medio”, comentó.

José Maria Obregón tiene a su madre con alzheimer, la cual comenzó a deteriorarse poco a poco, algo que ya le había pasado a otro familiar: “MI madre empezó a darse cuenta de que le pasada lo mismo que a su hermana. Vive entre la casa de mi hermana y la mía. Le costó adaptarse pero se ha ido mentalizando y lo ha aceptado bastante bien pero llegó un momento que no nos podíamos hacer cargo y decidimos llevarla al centro. Está encantada, dice que la tratan mejor que a los demás. Este centro es un alivio“.

Por último, Carla Salcedo tiene a su abuela con demencia en el centro desde el mes de junio y el cambió ha sido de 180 grados.

“Mi abuela era mayor pero no tenía muchos signos de demencia hasta un paro cardiaco. Nos sentimos abandonados en la Seguridad Social, la dieron por fallecida. Ella salió por su propio pie de la UCI y seguimos sin apoyo, incluso en Semana Santa no recibió visita del médico porque estaban ocupados con personas que no habían superado la esperanza de vida y como mi abuela la había superado porque tenía 90 años que se podía dar con un canto en los dientes, que ya ha vivido mucho”, explicó.

“La decisión de que siguiese con vida la tome yo y desde el Hospital no nos dieron esperanza algo que nos desanimó mucho. Al ver que no nos podíamos hacer cargo, ya que estaba casi en estado vegetal, pedimos una rehabilitación en el Hospital, que es los que le corresponde, pero como era mayor no lo iba a recibir”, añadió Carla.

En esta situación, pensaron en una residencia pero “sabíamos que eso iba a acabar con su vida”. Sin embargo, en ese momento, Carla se acordó que en el colegio le hablaron de AFA Astorga, lugar al que acudieron y les dijeron que podían acoger a su abuela sin problema: “De ahí a lo que es ahora, es increíble. Mi abuela es dependiente pero ahora camina, habla…y todo es gracias al centro. La rehabilitación que necesita se la dan allí, el fin de semana está super activa, con energía…es increíble el cambio. Cuando no va al centro, al cole, como dice ella, siempre pregunta cuando vuelve allí. Es una maravilla, ha supuesto libertad para mi familia durante esas horas”.

“Sé que mi abuela no va a ser eterna pero como dice mi madre, prefiero que le pase siendo feliz que en casa en una cama y los talleres de AFA Astorga son esenciales para ellos. Gracias a este centro disfrutamos de una segunda vida y los días se hacen más llevaderos para los enfermos”, sentenció.

La directora María José Martínez concluyó diciendo que su labor es aportar tranquilidad y descanso al familiar y felicidad al enfermo: “Siempre están haciendo cosas, se sienten útiles y eso es muy importante para ellos. Tienen un objetivo y una finalidad”.

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Un comentario en ““El Centro de Día hace más llevaderos los días de los enfermos, les hace sentir útiles y nos da una segunda vida a las familias”

  1. Enhorabuena por el gran trabajo que hacen. No somos conscientes de su labor. Deberíamos aprender a valorar estos centros, donde las personas se sienten muy queridas. Un abrazo

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