La comarca de La Cabrera sumó -hace ahora cinco años- a su oferta de recursos turísticos y patrimoniales El Cazario de León que, aunque hace alusión a la práctica cinegética, abrió sus puertas al público con vocación de centro de interpretación en el que aunar en un mismo recinto aspectos naturales, arqueológicos y arquitectónicos, entre otros, además de convertirse en espacio de celebración de todo tipo de eventos culturales y sociales.
Un lustro después de la inauguración oficial que acercó a la localidad de La Baña, en el municipio de Encinedo, a un nutrido grupo de cargos políticos e institucionales para dar la bienvenida al llamativo edificio, El Cazario mira al futuro con afán de completar sus instalaciones y de consolidarse como uno de los puntos de referencia de la provincia leonesa para quienes quieran dejarse sorprender por la diversidad de su contenido.
Da la bienvenida al visitante la escultura en bronce de Amancio González, bautizada como ‘El guardián de la gota de agua’ y más conocida como ‘El Fresquín’, que desde una cueva saluda con una mano mientras con la otra evita que se desperdicie uno de los recursos naturales más preciados. Por las dos plantas del inmueble han pasado en este tiempo (sin contar el presente año) un total de 5.800 personas, siendo los años 2016 y 2018 los de mayor afluencia de visitantes, con 1.880 y 1.578, respectivamente, según los datos ofrecidos por Josefina Martínez, encargada de atender al público.
Exposiciones, conciertos, sesiones de cine, muestras etnográficas, cuentacuentos, talleres, actuaciones de bailes, charlas, cursillos o presentaciones de libros integran el listado de actividades que ha acogido El Cazario, dispuesto a que sus 734 metros cuadrados de superficie sigan creciendo en acciones y visitantes.
Así lo subraya el alcalde de Encinedo, José Manuel Moro, quien recuerda que el Ayuntamiento, promotor de la iniciativa, destinó casi 400.000 euros a la puesta en marcha de un proyecto que supuso una inversión de casi un millón y del que todavía quedan flecos pendientes. “Hemos ido incorporando material y vidrieras. A ver si somos capaces de rematarlo, que sea referente a nivel provincial y autonómico”, comenta.
Las actuales vidrieras serán complementadas con las que quedan por instalar; la más próxima este mismo verano -referente a las Reservas de la Biosfera- gracias a una aportación de la Diputación. “Tenemos todavía muchísimo camino que andar, porque tenemos que vestirlo, está todavía a medias”, afirma y añade que seguirá siendo reivindicativo “con quien sea” en las instituciones para conseguir completar las instalaciones. Prevén también un gran lucernario con otras cinco vidrieras alusivas a municipios de distintas comarcas de la provincia leonesa.
“Ha supuesto un buen revulsivo para la zona; entre las distintas exposiciones hemos tenidos alguna muy potentes como las de José de León y Amancio González… esperábamos más gente, siempre se espera más, pero tampoco ha sido poco y algo habrá repercutido en la economía de la zona”, detalla.
Para definir El Cazario opta por decir que “es un escaparate de la provincia de León” ubicado en una comarca, La Cabrera, todavía muy desconocida para muchos que se descubre como “una grata sorpresa” cuando se elige explorar este territorio situado en el extremo suroccidental leonés cargado de patrimonio etnográfico, parajes de gran belleza “y lo mejor, sus gentes”, remata.