La escultura dedicada a los cardadores de San Justo de la Vega ha amanecido este jueves rodeada de más de un centenar de libros. Una iniciativa de carácter privado de una vecina que ha querido con ello soltar los libros “y que tengan vida”. Desde primera hora de la mañana los más jóvenes del municipio se han acercado hasta la escultura realizada por Sendo para San Justo y recogido un libro. Victoria Miguélez, vecina de San Justo y trabajadora social ha sido la artífice de este sorprendente día.
“Habitualmente colaboro con una ONG de la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid que lleva libros a África y este año por la pandemia no ha podido ser. Por un error las bolsas de libros han acabado en mi casa y se me ha ocurrido, sin premeditación, compartir esos libros con los niños de mi pueblo y quizá animar la semana cultural del pueblo”, explica esta vecina que los ha colocado cuando apenas había amanecido ya que madruga porque está estudiando una oposición.
El primero que la ha pillado ‘in fraganti’ ha sido un pequeño de 4 años que ha cogido para él un libro. “Estoy encantada de ver gente toda la mañana que se acerca, se sacan fotos con la maravillosa escultura de Sendo y recogen los libros. La idea es que se los queden, que los presten, que los lean, que hagan buen uso de ellos”, amplía esta trabajadora social que alguna vez ha donado libros a la Biblioteca de San Justo y que declara tener “síndrome de Diógenes para acumular libros”. Los títulos que rodean la escultura del cardador de San Justo van dirigidos a lectores infantiles y juveniles hasta 14 años.