El ayuntamiento de Astorga reconoció este jueves en el Salón de Plenos de la Casa Consistorial la labor llevada a cabo por el obispo emérito de Astorga, Camilo Lorenzo Iglesias. El regidor de la ciudad, Arsenio García, le entregó junto a el ex alcalde, Juan José Alonso Perandones, una placa como homenaje en nombre de todas las corporaciones, tanto de la presente como de las pasadas. La regidora del Gobierno anterior, Victorina Alonso, no estuvo presente por motivos laborales. Al acto sí acudieron representantes eclesiásticos y de las asociaciones más destacadas de la ciudad. Al obispo emérito también le fue concedido escribir en el libro de honor.
El regidor destacó la estrecha colaboración que siempre ha habido entre el Ayuntamiento y la Iglesia diocesana y por ello quiso agradecer “el trabajo constante y muchas veces callado” que llevó a cabo Lorenzo, quien “ha sido un buen pastor para Astorga y sobre todo un hombre bueno”. García también citó al emperador Viciano para referirse a que “los cargos de poder y de mando se deben otorgar a aquellas personas preparadas y honradas que por esas mismas circunstancias no las ambicionaban, pero que debido a su sentido del deber terminan sirviendo a los demás”.
El administrador diocesano, Marcos Lobato, recordó las consagraciones de los obispos Camilo Lorenzo y Briva Miravent, como “los momentos más importantes de mis 36 años como vicario general”. Lobato también señaló que si el obispo emérito tuviera que mostrar el tesoro de la Diócesis “sin duda nos llevaría a las Cinco Llagas, al Hospital de San Juan, a la Casa Sacerdotal o a la sede de Cáritas”.
Por su parte, el obispo homenajeado manifestó que “Astorga es una ciudad emblemática y muy singular” y por eso añadió que “siento despedirme de esta ciudad en la que me han querido y considerado como un astorgano más, yo también la llevo en mi recuerdo y oración”. “Parece imposible que se pueda celebrar con tanto fervor la Semana Santa, tiene una vida social y cultural muy superior a otras”, señaló Lorenzo.
