J.M.C.A, el hombre de 45 años acusado de matar a su madre en el mes de julio de 2020 en el domicilio en el que ambos convivían en la localidad leonesa de La Silva, perteneciente al término municipal de Villagatón, reconoció hoy los hechos en la primera jornada del juicio que se celebra durante esta semana en la Audiencia Provincial de León con un jurado popular compuesto por cuatro hombres y cinco mujeres.
Según el escrito de calificaciones provisionales, los hechos tuvieron lugar sobre las 13 horas del día 9 de julio de 2020, los hechos ocurrieron sobre las 13 horas del día 9 de julio de 2020, cuando J.M.C.A., que por aquel entonces tenía 45 años de edad, atacó a su madre, de 70 años, en medio de una discusión en la que pretendía convencerla de que se fuera con él a vivir a Valladolid debido a las continuas discusiones que tenía con su marido.
Ante la negativa de esta a su petición, el acusado la cogió fuertemente del cuello hasta que la estranguló y después le tapó la boca y la nariz con un objeto blando para causarle la muerte por asfixia. Tras ello, J.M.C.A. llamó a la Guardia Civil y les pidió que acudieran a su domicilio porque acababa de estrangular a su madre.
Personada la patrulla en el domicilio, observaron que había una mujer de 71 años fallecida, mientras que en otra habitación se encontraba su hijo, que volvió a repetir que había sido él quién había estrangulado a su madre, por lo que fue detenido, ante lo que la Guardia Civil inició las diligencias de actuación que fueron remitidas al Juzgado de Guardia de Ponferrada.
Una vez que los agentes recibieron la llamada, avisaron al Centro de Emergencias 1-1-2 de Castilla y León, que dio aviso a la Emergencias Sanitarias – Sacyl, que envió un helicóptero sanitario, una ambulancia de soporte vital básico y personal sanitario de Atención Primaria del centro de salud de Bembibre. Ya en la vivienda, el personal sanitario de Sacyl confirmó que la mujer agredida, 71 años, había fallecido.
Por estos hechos, el Ministerio Fiscal pide para J.M.C.A., que permanece en prisión provisional desde julio de 2020, una pena de 13 años de prisión por un delito de homicidio con el agravante de parentesco y el atenuante de confesión.