El 68% del alumnado con necesidades educativas especiales está matriculado en centros públicos ordinarios

Más de 27.000 estudiantes de la Comunidad recibe una atención diferente a la ordinaria, ya sea por una discapacidad o bien por altas capacidades intelectuales o integración tardía al sistema
El alumno ciego Jorge Martínez estudia una lámina troquelada de anatomía en su clase del colegio de las Jesuitinas. Miriam Chacón

El 68 por ciento del alumnado con necesidades educativas en Castilla y León, asociadas a discapacidad o trastornos graves, está matriculado en centros públicos ordinarios y comparte aulas con otros estudiantes. Del total de 8.140 alumnos con alguna discapacidad en las diferentes etapas de enseñanzas no universitarias, 5.522 están matriculados en centros públicos, y el resto, 2.618, acude a un colegio concertado y privado. Es decir, un 32,2 por ciento, según los datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional correspondientes al curso 2018-2019. El porcentaje del 68 por ciento del alumnado con necesidades especiales matriculado en centros públicos ordinarios se dispara hasta el 81,8 por ciento en el caso de los que tienen una discapacidad motora aunque se mantiene en la media autonómica para los estudiantes con una discapacidad intelectual (68,2 por ciento) y baja hasta el 62,6 por ciento entre los que padecen un trastorno grave de conducta.

Los 8.140 alumnos con necesidades educativas especiales de la Comunidad recogidos en la estadística consultada por la Agencia Ical se reparten, principalmente, entre los que que tienen trastornos graves de conducta (43,3 por ciento), discapacidad intelectual (22,5 por ciento) y motora (12,5 por ciento). Los que tienen problemas auditivos (386), plurideficiencia (220) y visual (150) son minoritarios.

Un total de 27.768 alumnos con necesidades específicas de apoyo en Castilla y León recibieron una atención educativa diferente a la ordinaria durante el curso 2018-2019, según las estadísticas del Alumnado con Necesidad de Apoyo Educativo elaboradas por el Ministerio junto a las comunidades autónomas. Esta cifra supone el 8,6 por ciento del alumnado matriculado en enseñanzas no universitarias, dos décimas menos que la media nacional.

De ellos, 17.599 (el 29,3 por ciento) recibieron esta atención por necesidades educativas especiales asociadas a discapacidad o trastorno grave; 881 (3,1 por ciento frente al cinco por ciento de España) por altas capacidades intelectuales y 1.148 (41 por ciento) por integración tardía en el sistema educativo. Por último, 17.599 alumnos (63,3 por ciento) la recibieron por otras necesidades, como trastornos del aprendizaje, trastornos del lenguaje y la comunicación o problemas derivados de situaciones de desventaja socioeducativa.

En cuanto al alumnado de altas capacidades en Castilla y León, el 60 por ciento de ellos está en centros públicos y un 40 por ciento en concertados y privados. Por etapa educativa, 463 del total de 881 de estos estudiantes más brillantes están escolarizados en Primaria (52, por ciento); 346 están matriculados en ESO (39,2 por ciento), 60 en Bachillerato (6,8 por ciento) y 12 en el segundo ciclo de Educación Infantil (1,3 por ciento). En Formación Profesional -ya sea Básica o de Grado Medio y Superior- no hay contabilizado ningún alumno de altas capacidades.

Por comunidades, las que tuvieron un mayor porcentaje de alumnado con todo tipo de apoyo educativo fueron Navarra (20,8 por ciento), Baleares (15,6 por ciento), Murcia (14,5 por ciento) y Valencia (14 por ciento). En el otro extremo, las que menos fueron Aragón (5,1 por ciento) y Madrid (4,8 por ciento). Castilla y León, por su parte, se mantuvo en la media nacional, con un 8,8 por ciento.

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