La consejera de Educación, Rocío Lucas, avanzó esta mañana que la Administración autonómica flexibilizará al máximo la formación práctica en centros de trabajo para los estudiantes de FP. Así, en algunos casos, los alumnos que estuvieran cursando el módulo de FCT podrán teletrabajar, en otros, desarrollar un proyecto o buscar otras fórmulas sustitutivas. En ese mismo sentido, se ofrecerán alternativas para el alumnado de Formación Profesional Dual que haya visto interrumpida su formación en la empresa.
En Castilla y León, 10.000 alumnos cursan módulos de FP. “A nadie se le escapa que la FP tiene un peso importante en lo presencial y en las prácticas, algo que hoy por hoy es impracticable”, advirtió. Por ello, para realizar estas modificaciones y ajustes en programas formativos, Lucas anunció que la Junta ya tiene preparadas dos resoluciones, teniendo en cuenta aspectos de las reuniones preparatorias de trabajo con el Ministerio de Educación. Una de ellas se refiere a medidas concretas para el módulo de FP en centros de trabajo y proyectos de FP Dual; la otra recoge medidas para la práctica de enseñanzas de artes plásticas y diseño, enseñanzas deportivas y artísticas superiores. “En todas ellas se contemplan fórmulas alternativas en casos en los que no sea posible su realización”, comentó.
Así lo anunció durante la rueda de prensa en la que dio explicaciones junto a la consejera de Sanidad, Verónica Casado. En este sentido, sostuvo que los estudiantes del programa Erasmus afectados por la suspensión de movilidades no iniciadas o interrumpidas a causa de la pandemia también se acogerán a estas medidas. Mientras que aquellos que tuvieran prevista la realización de la formación en centros de trabajo en otros países o que hayan tenido que regresar sin haber concluido la práctica podrán reincorporarse al grupo ordinario y terminar el módulo.
Enseñanzas de idiomas
Respecto a las enseñanzas de idiomas, una de las cuestiones que más preocupa es el desarrollo de las pruebas de certificación de los diferentes niveles contemplados en el Marco Europeo de las Lenguas. Unos exámenes que, en condiciones normales, se celebran de forma presencial en los meses de junio y septiembre.
La Consejería de Educación trabaja ya en adaptar las evaluaciones para promocionar de un curso a otro, asimismo lo hace en las certificaciones, títulos de competencia lingüística cuya validez se extiende a todo el espacio común europeo.
En este sentido, si el confinamiento se prolongase hasta el punto de poner en riesgo la obtención del título del alumnado, Rocío Lucas propuso realizar pruebas de promoción en todos los cursos y en cada escuela oficial de idiomas en el mes de julio y de forma presencial. Asimismo, se realizarían las de certificación en septiembre, o incluso en octubre, “cuando puedan desarrollarse de forma presencial, con todas las garantías de seguridad”. En todo caso, los estudiantes seguirán teniendo derecho a realizar la prueba de certificación.
Lucas subrayó que son 17.000 alumnos los que se presentan cada año a las pruebas de certificación -15.000 con matrícula oficial y unos 2.000 que se examinan de forma libre- . Se trata de unas pruebas, recordó la consejera, que se realizan de forma unificada en toda la Comunidad de Castilla y León.
En todo caso y en relación con este tipo de titulaciones, así como las universitarias, el objetivo común es que “ningún estudiante pierda este curso por la crisis”. “Hay que tener claro cuándo y cómo se harán trabajos fin de grado, tesis doctorales, máster y prácticas. Nos hemos reunido con las universidades para transmitir las recomendaciones. Los órganos de gobierno elaboran y publican sus propios documentos de adaptación para ofrecer certidumbre y tranquilidad”, concluyó.