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El historiador Eduardo José Rodríguez ensalzó este sábado el “corazón” de los astorganos, que “mueven” los pasos de madera de la Semana Santa hasta convertirlos en “imágenes vivas y reales de lo que sucedió hace dos mil años”. Rodríguez fue el encargado de pregonar la Semana de Pasión de la bimilenaria en la Catedral, con un evocador pregón en primera persona, con el que se dirigió a los feligreses que se encontraban la seo realizando un recorrido por todas las procesiones y liturgias que envuelven estos días a la ciudad.
“¿Cómo puedo plasmar en palabras los sueños?¿cómo puedo describir con un verso los sentimientos? No soy poeta, ni actor, ni lo pretendo. Solo ansío dejar con mi voz pedazos de recuerdos y anhelos. Así comenzaba su intervención Eduardo José como pregonero, tras ser presentado por el presidente de la Junta de Profomento de la Semana Santa, José Ángel Ventura.
Prosiguió describiendo cada día de pasión en la bimilenaria, desgajando poco a poco pequeñas pinceladas de todas las cofradías de la ciudad: “25 años nos separan de ese tu primer caminar, Damas de la Piedad”; “la Borriquina a su paso por la ciudad sonando Alma de Dios”; “el Martes Santo se hace barrio y el barrio centro cuando acoge el Viacrucis que convoca la Junta Profomento”; “sangre burdeos que brota de un barrio teñido de pena palpitante”; “¿qué andar tiene mi Bendito Cristo cuando sube la cuesta del Postigo?”; “cae la noche en San Francisco… y en el barrio de Santa Ana ya está preparada la Madre de todos los astorganos”, fueron algunas de las frases más emotivas que escucharon los allí presentes.
Música y Dominicas para enmarcar el acto
El primer toque de la Dominica sonó justo antes del pregón. Este año contó con la colaboración del pianista Jorge Hernández que interpretó marchas procesionales como Hossana in Excelsis de Oscar Navarro o Mater Mea de Ricardo Dorado. También con un quinteto de metales con los que el público allí presente pudo disfrutar de marchas como La Saeta de Joan Manuel Serrat, La Pasión de Manuel Alejandro González o La Madrugá de Abel Moreno y con un Trío de Capilla que interpretaron Saetas del Silencio de Francisco de Paula Solís.
