Lo que nunca nadie había hecho. Tumbar a la izquierda de una manera clara y contundente, recordemos que el PP de Arsenio García tuvo que pactar con el PAL para poder gobernar habiendo ganado sin mayoría absoluta. El maleficio parecía roto, como se demostró después con mayor número de votos y una papeleta dudosa que restó el concejal de la mayoría absoluta a José Luis Nieto. Tuvo que ser a la tercera, en argot taurino, la vencida, que este empresario de Astorga, aún joven, diese la victoria clara y contundente al Partido Popular en la ciudad más tradicional de Castilla y León, habitualmente gobernada por Alonso Perandones en una mezcla de mano izquierda por un lado con los poderes culturales y económicos de la ciudad, y los interminables conflictos entre las familias astorganas de siempre por otro. La lucha a priori se decantaba por muy poco por el PP, así lo reflejó en su encuesta este periódico, detectando una posible entrada de Vox peligrosa. Pero ni el “caso gitanos”, que a todas luces ha sido un intento de crear un 11M a la astorgana, no sólo afectó a la opinión pública de la ciudad, sino que sirvió de acicate para dar aún más alas al grupo de Nieto y compañía. Sí, a la tercera, pero al final el triunfo por mayoría absoluta en la historia se lo lleva escrito con letras mayúsculas José Luis Nieto.
No es de extrañar la euforia popular. En cuanto a Juanjo Perandones, el mensaje es claro: segundas partes nunca han sido buenas. La política es de otra forma, la comunicación es también distinta y el funcionamiento administrativo necesita a todas luces una digitalización y modernización. Entra el modelo liberal y sale el sistema socialista. IU, una anécdota simpática, pero una anécdota. Un tal Jáñez la sepultó.