Ecologistas en Acción Castilla y León denunció hoy que Carrizo de la Ribera “vive amenazado por ser emparedado entre dos presas de alto impacto ambiental y social; dos pantanos que se llenarían mediante bombeo y que serían, además, inviables, como ya acreditó el estudio de viabilidad económica y social encargado por la Confederación Hidrográfica del Duero”.
Esta información tan relevante, señalan en un comunicado, “ha sido ocultada durante la tramitación del III Ciclo del Plan Hidrológico de la cuenca y solo ha sido hecho pública tras la denuncia de Ecologistas en Acción ante el Portal de Transparencia del Defensor del Pueblo”.
El colectivo, que celebró hoy en esa localidad leonesa su Asamblea Federal, para abordar los diversos problemas ambientales que afectan a todas las provincias de la comunidad autónoma, incidió en sur rechazo a estas infraestructuras. “En la Ribera del Órbigo la gente está indignada ante la gestión del agua en la comarca por parte de la Confederación Hidrográfica del Duero. Los procedimientos de participación pública han sido una farsa encaminada a imponer los proyectos de construcción de las presas que confinarían el municipio de Carrizo”, subrayó su portavoz, David Acebes.
Añadió que “el llamado estudio de alternativas de la Confederación multiplica las infraestructuras a desarrollar hasta obtener 200 hectómetros cúbicos de reservas de agua del río Órbigo y afluentes, con sus graves impactos ambientales, sociales y económicos para la comarca”. A su juicio, tanto
el estudio de alternativas (con un coste de más de 500.000 euros) como el proyecto técnico de las presas (en redacción por dos millones) extralimitan el objetivo de la declaración de impacto ambiental en vigor. “Ni las actuaciones, ni el gasto de la Confederación están legitimados con arreglo a la legislación, ni existe trazabilidad lógica que justifique las decisiones tomadas hasta ahora; siendo un ejercicio de arbitrariedad, desprecio a los pueblos afectados y afán regulatorio, rayano a lo delictivo”, remarcó.
Problemas ambientales
Otros temas tratados en la asamblea estuvieron relacionados con la posición respecto a las macrogranjas, los aprovechamientos de agua, las plantas de biogás, las pistas de pádel y los monocultivos de fresas. Estas actividades, afirma Ecologistas en Acción, tienen un alto potencial de contaminación y de riesgos para los ecosistemas si no cumplen con los requisitos establecidos en la legislación y presentan explotación laboral en algunos casos. “Estamos atentos a esta clase de proyectos, pero instamos a la población en general a denunciar ante las administraciones competentes cualquier actuación que entiendan que afecta su entorno, a solicitar información al respecto y a continuar la lucha desde nuestra Federación”, concluyó el colectivo, que en Castilla y León cuenta con más de 700 socios.