A.J.GARCÍA NISTAL Poco a poco parece que todo vuelve a la normalidad. Extraña normalidad pues existen, al menos en toda la provincia de León, un vacío muy grande. Las secuelas policiales y judiciales todavía permanecen en el centro de atención de la opinión publica más cercana. Sin embargo, en el resto del Estado los candidatos y sus partidos llevan dos días de plena vorágine electoral. La segunda semana de Campaña está siendo mucho más activa y elevada de tono que la primera.
Arias Cañete se encuentra pletórico en su papel de defensor de los intereses españoles en el concierto europeo. Es algo que entiende y conoce. Por lo que cambia su discurso cuando está entre el público especializado en un sector, a cuando arenga en un mitin general. Elena Valenciano sigue con su discurso alarmista que, salvo en sectores muy radicales de su electorado, no creemos tenga mucho más allá predicamento. Puede que sus asesores le estén indicando esa incidencia para frenar la más que probable ascensión de Izquierda Unida. Pero lo que pueda mantener por un lado se le va por el lado más moderado y centrista de su gente. Éstos, ponen sin duda sus ojos en UPyD. No olvidemos que Rosa Díez siempre fue socialista, y aunque ahora vaya de centrada su discurso es de izquierda clara con dosis de antisistema dentro del sistema. Ya saben, a río revuelto…ganancia de pescadores.
Lo que un servidor no traga, y ustedes me perdonen, es al de la pajarita, al viejo profesor de ZP. Un hombre amante de la buena vida que pontificaba desde su cátedra en la Universidad de León y se trabajaba a los directivos de la prensa provincial con descaro para resarcir el ansia de notoriedad pública que siempre tuvo este hombre. Le tocó la lotería yendo a Europa con UPyD, y ahora nos quiere hacer ver lo mucho que sufrió velando por los intereses de la minería, el campo y las infraestructuras de la provincia; vamos, lo que peor ha sido tratado en estos últimos años. Déjelo Sosa, deje a Wagner con sus libros y conferencias que lo hace mejor.
En cuanto a la cercanía, poco que decir. Estamos con actos muy localizados. Se espera con interés el debate de los dos candidatos principales. Y del resto, poco más.