DIARIO DE CAMPAÑA/ La reconciliación en el Partido Popular

El auditorio guardó un minuto de silencio por Carrasco (Carlos S. Campillo /Ical)

A. J. García Nistal La intensidad que presumíamos en la última semana de campaña se confirma. Cayo Lara afirma sin rubor que “nos mean y dicen que llueve”. El de la pajarita de UPyD  aprovecha sus contactos para entrevistas de salón y cáfé sin tenerse que manchar de barro y carbón que asegura defendió los cinco años de poltrona europea. El PSOE prepara un ataque brutal internacional centrado en la figura de Arias Cañete con la colaboración de figuras de renombre europeas. Lo están linchando por su error. Y, está comprobado. Si hubiese sido efectuado en las 48 horas previas a la votación podría incluso haberle costado las elecciones. Ejemplos hay en Estados Unidos de casos similares. Pero la mercadotécnica, de la que muchos aseguran conocer y pocos entienden, también dicta que un ataque tan furibundo va a dejar en ridículo a Elena Valenciano y Rubalcaba. El verdugo se hace víctima, y la víctima se hace verdugo. Nadie quiere ser ni verdugo ni víctima. Si insisten en basar sus últimas jornadas de campaña en machacar la imagen del candidato popular el efecto boomerang no les tardará en llegar. Asesores tienen para evitarlo.

Finalmente, ayer fue el acto de reconciliación de todo el PP de León con sus líderes y con su partido. No es que estuvieran enojados. Pero las duras jornadas vividas por el vil y cruel asesinato de su presidenta, Isabel Carrasco, va camino de convertirse en un motivo de orgullo, lucha y usentimiento de pertenencia a un partido, a una provincia y a un modo de hacer por los demás. Todos coinciden en la imperfección de la fallecida, pero nadie desdice de sus logros y su trabajo. Herrera, Cospedal, Eduardo Fernández, Marcos “el nuevo capitán” del Gobierno de transición en Diputación…Todo el mundo se emocionó en el minuto de silencio que pareció eterno, glorioso, sublime…Algo le ha pasado al PP de León que ya no sale mohíno y encogido. ¿Será el espíritu de Isabel como aquel espíritu de Ermua de Miguel Ángel Blanco? Y pensar que aún hay falsos poetas que se regocijan pisoteando la sangre de las víctimas para luego ser ellos los que intentan presentarse como agraviados…como el falso gudari del pueblo en Astorga hace unas semanas cuya verborrea sectaria a través de la red no tenía límite ni fin…Europa, Europa, tan lejos y tan cerca.

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