Este domingo, 10 de octubre, se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental. El viernes se dio a conocer el manifiesto que suscribe la Asociación Salud Mental de Astorga (antes ALFAEM de Astorga). Este año, el manifiesto emitido por la Confederación Salud Mental de España demanda “que se dote al ámbito rural de los recursos de salud mental adecuados y necesarios, en igualdad de condiciones con el ámbito urbano y que se incorpore la perspectiva de género en el abordaje de la salud mental y se implementen recursos específicos de atención a las mujeres”, entre otros.
Mar Villegas es trabajadora social en la delegación astorgana de Salud Mental desde hace 15 años y recuerda haber empezado con un pequeño grupo de cinco personas con diagnóstico de enfermedad mental y un grupo apoyo a familiares. “Al principio venían una vez a la semana desde la asociación de León y atendían al pequeño grupo de usuarios y sus familiares dando información y asesoramiento. Después se buscó la manera de tener presencia y asesoramiento en Astorga de lunes a viernes, por lo que se cogió un piso en la calle San Antonio del barrio de Puerta de Rey. Tras ello nos trasladamos al antiguo edificio del CEAS y luego nos cedieron una sala en la actual delegación y fuimos cogiendo espacios y arreglando poco a poco las instalaciones con los actos benéficos, los conciertos de la Banda de Cornetas y Tambores Nazareno y Soldad, y demás eventos celebrados para apoyar el trabajo de la asociación. Hemos ido instalando la calefacción, arreglando las ventanas y hemos conseguido tener una sede que está bastante bien”, sonríe Villegas.
Lo cierto es que la delegación astorgana de la Asociación Salud Mental León lleva años reclamando mayor visibilidad y apoyo por parte de las entidades locales. De los conciertos celebrados en Astorga durante las fiestas patronales de Santa Marta, ninguna de las recaudaciones se ha destinado para la asociación astorgana de Salud Mental, hecho que hace notar la delegación.
Salud mental, un derecho “necesario”
En el manifiesto de este año, el lema se centra en la salud mental dentro de un mundo desigual. Las personas no tienen el mismo acceso a los tratamientos de salud mental dependiendo de dónde vivan, o de las circunstancias que les rodean. Se demanda “que se pongan en marcha acciones y recursos para paliar la desigualdad económica causante de problemas de salud mental, con especial atención a los colectivos más vulnerables”.
Señala la Organización Mundial de la Salud (OMS) que “las desigualdades sistemáticas entre grupos sociales son evitables, inequitativas e injustas, y que afectan a la salud mental de la población”. Otro de los grupos vulnerables dentro de la salud mental son las mujeres. Según los resultados del informe Headway 2023, el 83% de las mujeres asegura que la pandemia ha afectado negativamente a su salud mental, en comparación con el 36% de los hombres.
Salud mental en tiempos de pandemia
La salud mental abarca muchos aspectos y tras la aparición de cada vez mayor número de diagnósticos por enfermedad mental debido a la pandemia COVID-19, este año el lema mundial es: “Atención de salud mental para todos: hagámosla realidad”. Con él se pretende instar a los gobiernos de todo el mundo a que establezcan servicios de salud mental de calidad en todos los niveles. La OMS reconoce debido a la situación de pandemia mundial algunos países han encontrado nuevas formas de prestar atención de salud mental a sus habitantes.
En el caso de la Asociación Salud Mental de León en Astorga la atención nunca dejó de prestarse. “Las personas que vienen a la delegación han seguido siendo atendidas. Se les llamaba todos los días, se les mandaba vía whatsapp ejercicios de estimulación cognitiva. Es verdad que no algunas personas no tenían acceso a internet o no dominaban las tecnologías, pero aún así intentábamos que tuvieran acceso a los ejercicios de estimulación cognitiva y se los dejábamos en casa. También se ha atendido a todos los familiares vía telefónica. Podemos decir que ninguno de los usuarios tuvo recaídas, pero sí que han aparecido síntomas en otras personas, como por ejemplo, el hecho de que todavía hay personas que tienen miedo a salir a la calle por lo que pueda estar sucediendo”, explica Mar Villegas.
Poco a poco se han ido retomando las actividades en el centro de Salud Mental de Astorga y aunque todavía no han comenzado las reuniones presenciales, también lo harán con los familiares, “tenemos que normalizar”, señala Villegas.
Programa integral
En la actualidad la delegación astorgana de Salud Mental oferta seis programas de ayuda a personas con diagnóstio de enfermedad mental. Las actividades van desde el apoyo a los usuarios y familias, hasta la estimulación cognitiva y el autocuidado.
En el Programa de Apoyo a Familias se transmiten conocimientos y habilidades para que sepan manejar los problemas. “En Astorga tenemos dos días al mes: el segundo jueves, en el que tienen una hora con la psicóloga y la trabajadora social, y el cuarto jueves que trabajan con la trabajadora social, aunque siempre tienen acceso y el apoyo de la psicóloga”.
En el Programa de Promoción de la Autonomía Personal, que se lleva a cabo los 365 días del año se fomenta la estimulación cognitiva y la habilitación en el día a día de los usuarios para que puedan manejarse de forma autónoma.
El Programa de Promoción de la Salud está basado en la difusión de conocimientos de autocuidado en personas con enfermedad mental grave y prolongada, cuyo objetivo principal es mejorar la salud y la calidad de vida de estas personas. Se concreta en actividades formativas relacionadas con la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad, y se realiza durante una hora o dos a la semana en Astorga.
El Programa de Acompañamiento Integral da servicio a las personas que viven en los pueblos y no pueden acercarse hasta Astorga. “Se hace acompañamiento terapéutico, individualizado e integral, que pretende favorecer la continuidad de la atención a personas con enfermedad mental y el desarrollo de la autonomía personal”, especifica la trabajadora social de Astorga. Está dirigido a personas con enfermedad mental que presentan, de forma consistente, dificultades en áreas básicas de la vida diaria, en el seguimiento de los tratamientos, en la continuidad de la atención sociosanitaria, en el acceso a los dispositivos y recursos para la integración social, en la participación de actividades en la comunidad, o con grave riesgo de padecer estas dificultades a corto o medio plazo.
Existe también en Astorga el Programa Punto de Información y Atención Individualizada en el que se atiende a los usuarios y se les proporciona información sobre los recursos y programas a los que se pueden acceder en la delegación astorgana.
Uno de los últimos en sumarse a la oferta de la asociación es el Servicio de Asistente Personal, flexible y adaptado a las necesidades individuales. “No se les hace el trabajo, se trabaja con ellos para realizar tareas del hogar. Está específicamente dirigido a personas que tengan reconocido el grado II o grado III”, amplía Villegas.
Evidencia de un problema para el futuro
La trabajadora social de Astorga Mar Villegas, evidencia también una problemática yo no tan lejana en el tiempo: la ausencia de residencias de la tercera edad especializadas para personas diagnosticadas con una enfermedad mental. “Se ven las desigualdades puesto que no se puede acceder al mismo tipo de servicios viviendo en un ámbito urbano que en el mundo rural. Es muy importante sensibilizar la problemática de la salud mental a través de la educación que se les ayude a conseguir que tengan relaciones positivas con las demás personas. Saber gestionar los sensaciones. Educación inclusiva y salud mental, trabajar con los niños las emociones, la ira, el miedo, la vergüenza.
Según apuntan los expertos, la mayoría de los problemas de salud mental aparecen durante la adolescencia, por ello la asociación ha ofrecido a los centros educativos un curso de ‘Educación inclusiva y salud mental’, “para trabajar con los niños las emociones como la ira, el miedo, la vergüenza y que aprendan a gestionarlas”. Pero la salud mental sigue siento tabú en pleno 2021 y aún sigue provocando reacciones muy dispares entre las personas. “Estamos luchando para que todas las personas tengan igualdad de oportunidades y para que la salud mental sea un derecho para todos”, finaliza Villegas.