Defender lo indefendible

En el periódico digital Astorga Digital, un firmante, Julián Monroy, se ha permitido criticar al PSOE por pedir la dimisión de los ediles del PP-PAL  implicados en el caso de corrupción denominado “Enredadera” y se ha permitido dudar de la honradez de los anteriores equipos de Gobierno socialista de la ciudad, que jamás se vieron implicados en una situación similar.

El firmante lamenta asimismo que el PSOE critique que en las conversaciones del sumario los ediles Arsenio García, Pablo Peyuca y Ángel Iglesias digan “palabrotas” y dice que esto no es motivo para dimisión alguna, porque el “común de los mortales” habla así.

Antes estas y otras manifestaciones del firmante manifestamos

1.-

La dimisión no se pide por las palabrotas sino por un hecho real: Cuatro ediles astorganos (del PP-PAL) están implicados en el “caso” por la Justicia y la UDEF, la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional. Los cuatro –encabezados por el alcalde- están siendo investigados –la figura que antes se decía como imputados- por los presuntos delitos de prevaricación administrativa, cohecho, tráfico de influencias, violación de secretos por funcionarios, malversación de caudales públicos, falsedad de documentos públicos, fraude a la administración pública e inducción para cometer los anteriores delitos.

En todo este caso, los representantes de la oposición han estado comedidos, destacando la presunción de inocencia, la confianza en la justicia y la esperanza de que se demuestre la inocencia de los ediles implicados, por el buen nombre de Astorga. Pero también destacando que cuatro personas en esta situación están inhabilitadas para seguir al frente del Municipio.

2.-

Y ahora el tema relativo a las palabrotas. Para no agravar el caso, no las reprodujimos en el comunicado. Pero ante la insistencia del firmante Julián Monroy, ahí recordamos algunas perlas:

“…a (nombre de una periodista) le estamos pagando, con lo cual lo que tiene que hacer es besarnos el culo que somos sus clientes”

“…estoy en mi derecho de publicar si me da la gana y pasar a todos los medios lo que estamos pagando este medio y a este señor, y si me toca los cojones lo hago”

“…o me vienen y me piden disculpas de rodillas y me la chupan, o aquí se arma la de Dios”.

Pese a que el firmante Julián Monroy le parezca que este es el lenguaje del “común de los mortales”, tal zafiedad está más cerca del hampa más cutre que del ciudadano medio. Pero tal zafiedad no sólo define a quien la usa, sino a quien la disculpa.

Las realidades no se pueden tapar con reinterpretaciones e intentos de ensuciar la ejecutoria de los demás. Los ciudadanos lo saben.

Tomás Álvarez, concejal PSOE