Fotografías de Ana Junquera La Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Soledad celebró esta noche de Viernes Santo un homenaje a la Virgen de la Soledad que tuvo que quedarse en el Cabildo de la Cofradía debido a la nieve caída durante la noche. Los cofrades esperaron hasta el último momento para tomar la decisión, pero los persistentes copos de nieve hicieron imposible la salida este año.
La imagen del siglo XVII es la protagonista absoluta de la noche del Viernes Santo en Astorga. Una talla vestida con manto y acompañada casi medio centenar de velas llora la muerte de su hijo. Acompañada en la procesión por los pasos de la Cruz Verde, La Farola y San Juan Evangelista, San Juanín, que cambió su trono esta noche para llorar con la Virgen, este año los cuatro pasos se quedaron en el Cabildo. Decenas de personas esperaron a la puerta del Cabildo a la espera de conocer si saldría la procesión. A las 22,30, hora oficial de salida de la procesión, comenzó a nevar en la bimilenaria y la suerte estaba echada, la Soledad no llora esta noche la muerte de su hijo Jesús.
A oscuras, el padre bendijo el estandarte que este año portó la Guardia Civil de Astorga al compás de las notas de la Marcha Real interpretada por la Banda de Cornetas y Tambores Nazareno y Soledad. A continuación, los pasos acompañantes de la Virgen de la Soledad bailaron al ritmo de Bendición. El momento culminante de la noche fue la Salve Popular cantada a la Virgen por todas las personas congregadas en el Cabildo. Al son de Salve Madre y Ave María, los braceros que pujan el Viernes Santo por la talla bajo palio levantaron la imagen acompañados por el silencio sepulcral de las personas reunidas esta noche en Puerta de Rey.
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