En plena cresta de la ola de la crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus la dimisión irrevocable del consejero de Empleo de la Junta de Castilla y León, Germán Barrios, ha venido a generar más incertidumbre en un escenario social, económico y político ya de por sí muy complejo y complicado. Cuando más tranquilidad, sangre fría y capacidad de gestión se necesita en todas partes, pero sobre todo en un gobierno autonómico de una Comunidad duramente afectada por el coronavirus y por la crisis económica y social, estas dimisiones ahondan en el desconcierto.
Barrios es un burócrata muy del gusto de empresarios y sindicatos por haber sido impulsor del Diálogo Social en la Comunidad. A la patronal de la Comunidad le ha faltado tiempo para rasgarse las vestiduras por esta dimisión. Los sindicatos también lo han lamentado. Ambas partes son conscientes de lo inoportuno de esta dimisión en un momento en que se están tramitando miles de ERTEs en toda la Comunidad y en el que la gestión del empleo –en este caso, desempleo- es prioritario. Nunca los tiempos convulsos han sido los más idóneos para hacer mudanza.
Aunque Barrios perteneció, por influencia de su esposa, al círculo político más íntimo del fallecido y polémico político vallisoletano Tomás Villanueva, hace unos años se apartó de la influencia del Partido Popular y de forma sorprendente aterrizó en las filas de Ciudadanos, quizá, buscando un mayor reconocimiento a su trayectoria. Cuando Ciudadanos negocia con el Partido Popular un gobierno de coalición con el Partido Popular, Barrios asciende a la Consejería de Empleo e Industria entre el aplauso de empresarios y líderes sindicales. Hasta hoy.
El grupo parlamentario de Ciudadanos aseguraba ayer haberse enterado de la dimisión de uno de los suyos por los medios de comunicación, lo que da también una idea de lo que pasa, mejor dicho de lo que no pasa, en ese partido político.
¿Qué se esconde detrás de esta dimisión justificada en razones personales no especificadas? En Valladolid aseguran la existencia de discrepancias entre el líder de Ciudadanos, portavoz y vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, y el ya ex consejero de Empleo, Germán Barrios. Ya se verá. Lo grave de esta situación es lo inoportuno de esta crisis de gobierno y la exteriorización de diferencias entre los socios de coalición (PP y Ciudadanos), cuando lo que toca es unirse para ofrecer soluciones a las decenas de miles de ciudadanos, familias, pymes, empresarios, autónomos y profesionales que lo están pasando muy mal ante una crisis económica descomunal. Muy graves han tenido que ser las razones para que en pleno fragor de la batalla el general abandone a sus soldados y huya campo a través. En plena destrucción masiva de empleo, el consejero de Empleo abandona su puesto. Tremendo.
Y lo curioso es que al PP le estalle en uno de sus feudos, Castilla y León, una crisis de gobierno de coalición cuando sus líderes nacionales no paran de poner en evidencia las tremendas diferencias en la coalición del Gobierno nacional (PSOE y Unidas Podemos). Evidentemente los casos no son comparables, pero en ambos se echa en falta transparencia y explicaciones creíbles. En estos momentos de turbulencias, el ciudadano bien merece una explicación y más en estos tiempos de aguda crisis de empleo. Y por eso mismo es necesario cerrar esta crisis de gobierno con un nombramiento urgente, limpio y eficaz.