Creando un ritual de relajación diario

Te explicamos cómo introducir las velas en un ritual diario de relajación y las importancia de las mismas

La electricidad ha supuesto, sin duda, un importante avance para el ser humano. Tal fue la magnitud de su implementación en la vida cotidiana de las personas que, incluso, los pintores se hicieron eco de ello. Nacido en los Países Bajos, nada impidió a Van Gogh realizar su cuadro Terraza de café por la noche, que completó en la ciudad de Arlés (al sur de Francia). En esta obra pictórica, se percibe la vida nocturna de los establecimientos hosteleros que, gracias a la electricidad, comenzaron a mantener sus puertas abiertas en los bulevares, también durante la noche.

Con todo y con eso, la luz eléctrica no ha logrado desbancar otras formas de iluminación. El mayorista de velas Phoenix Import es un claro ejemplo de empresa especializada en la venta de velas y portavelas al por mayor que negocios de toda índole (especialmente, aquellos donde se practica pilates o yoga) pueden utilizar para iluminar sus instalaciones de una manera más relajante y acogedora. Además, los ciudadanos particulares también pueden incluirlas como parte de la decoración e iluminación de los hogares, muchos de los cuales no cuentan con un sistema que permita regular la potencia e intensidad de la luz eléctrica.

En este artículo, explicamos cómo introducir las velas en un ritual diario de relajación.

Los hábitos nocturnos y su rol en la disminución del estrés

El estrés agudo es la forma con que se conoce a ese estado de preocupación y agitación que caracteriza el día a día de muchos ciudadanos. Se trata de la forma más común en la que el estrés se manifiesta. Aunque ha habido algunos años en los que los trabajadores parecen haber podido disfrutar de algo más de tranquilidad, según la empresa de análisis Gallup, la tendencia es a la alza: del 31% de empleados que aseguraban estar estresados en 2010, hemos pasado al 44%, afectando principalmente a los jóvenes.

Ante este panorama, y dadas las patologías asociadas al estrés (presión arterial alta, insuficiencia cardíaca, depresión, ansiedad, alteraciones en la menstruación…), conviene tomar medidas. Una de ellas consiste en crear una rutina que ayude a desconectar de las obligaciones habituales y que favorezca el descanso físico y mental. Teniendo en cuenta que la noche suele ser el momento del día en el que la mayor parte de las personas puede encajar su ritual de desconexión, en esta ocasión, proponemos algunas ideas para relajarse justo antes de dormir.

Sustituir el móvil por las velas

Los smartphones emiten la llamada luz azul, que comprende longitudes de onda muy cortas. Al tener longitudes menores a las de otras ondas, la luz azul concentra más energía que otras. Por eso, puede impactar muy negativamente en la salud ocular, generando glaucomas y daños en la retina. Además, modifica algunas funciones celulares. Una consecuencia de esto último es la alteración en la producción de melatonina, la hormona que se ocupa de regular los ciclos de día y noche.

Mientras que la oscuridad aumenta la producción de melatonina, la luz ocasiona justo lo contrario, que los niveles de esta hormona disminuyan. Por esta razón, quienes utilizan sus móviles durante un periodo prolongado antes de dormir, a menudo, experimentan problemas a la hora de conciliar el sueño. Las pantallas no ayudan a relajarse, sino que estimulan las células. Es tal la cantidad de energía y luz que las células reciben que interpretan que es de día y no, de noche. Por ello, conviene reemplazar la luz azul del móvil por la luz más tenue y cálida de las velas, que no impedirían al organismo producir suficiente melatonina (la hormona que indica al cuerpo que es hora de dormir).

Leer a la luz de las velas

El IIS (Instituto de Investigaciones del Sueño) sostiene que 6 minutos de lectura reducen un 60% la ansiedad que alguien está experimentando. Además, como es una actividad pausada, que no requiere movimiento (la persona puede reclinarse en el sofá o en la cama cómodamente), contribuye a aliviar la tensión muscular y bajar el ritmo cardíaco.

Leer un libro a la luz de las velas intensifica la sensación de relajación a la que la propia lectura induce. Las velas emiten una luz menos potente y más localizada, lo que se traduce en un radio de dispersión más reducido. Esto hace viable la lectura (la persona tendría suficiente iluminación para leer el contenido del libro), pero sin caer en un exceso de iluminación que haría que el cerebro interpretará que hay que mantenerse plenamente activo, como cuando es de día.

Es importante recordar que los ojos están conectados al cerebro por el nervio óptico, así que la cantidad de luz justa y necesaria que emite una vela permitiría disfrutar de una lectura placentera a la vez que favorecería la relajación y el sueño.

Velas que relajan y que, además, son ecológicas

La Brassica napus es el nombre técnico con el que se conoce a la colza. Se trata de una planta de cuyas semillas se extrae el aceite con el que se fabrican las velas ecológicas de Phoenix Import, una compañía europea con sede principal en Países Bajos que, como mayorista, únicamente suministra sus productos a empresas que, posteriormente, pueden hacerlos llegar a sus clientes particulares.

En el caso concreto de sus velas, como se fabrican de forma íntegra en Europa (concretamente, en Bélgica), tienen una huella de carbono menor a las velas fabricadas con cera de soja. Esta característica que las define potencia aún más el descanso de la persona que las incluye en su rutina diaria de relajación, puesto que no tendría que preocuparse por la contaminación: son velas biodegradables, medioambientalmente respetuosas y duraderas (unas 25 horas de combustión aproximadamente, lo que las hace aptas para rituales de relajación extensos).