“Por fin llegó la cosecha, llegó la cosecha hermano, que ya parieron sus frutos regadíos y secanos”… Efectivamente como dijo el cantor, es tiempo de cosecha, tiempo vendimia. Momento de ir recogiendo, lo que se va sembrando a lo largo del año. Volvemos después de la euforia veraniega, a retomar nuestra columna de opinión, confesando que hemos estado algo cigarras, algo hormigas, intentando dibujar “en el aire”, lo que será la despedida del último trimestre de este 2014. Y a la vuelta, todo son salpicaduras y sin sal, picaduras en sí mismas, de escándalos políticos a nivel nacional, Cataluña incluida, donde los avisperos de la avaricia se fueron construyendo, sin que nadie se enterara de nada. ¡Pobres nuestros gobernantes y todos sus satélites, controladores de los fraudes fiscales y la evasión a la hacienda pública!, no se dieron cuenta de que los “muy honorables” movían a su antojo cifras de entre 500 y 1.800 millones de euros. Desviaron lo que quisieron y lo hicieron bien. Podía pensar la organización del Mundial de Ciclismo de Ponferrada en contratarlos, porque todavía no tenemos muy claro por donde serán los “desvíos” del tráfico en la ciudad con motivo del Mundial.
La verdad es que el Mundial, está dando una vida distinta y animada a Ponferrada. Eso es innegable. Una Ponferrada desacostumbrada al movimiento de gente por la calle, a los paseos, a las obras, a las grúas, a las palas, aunque sean pequeñas. Estos días parece que la ciudad ha despertado de su letargo obligado, por la crisis y por la falta de interés de de los senadores y diputados que nos representan, que no han sabido “desviar” con contundencia lo que en derecho corresponde a esta zona del país. Hay ambiente en Ponferrada y las cosas se mueven de otra manera…, bienvenido sea el Mundial por que a todos nos tiene que favorecer. Es mejor, poco que nada, algo que mucho y mucho que todo. Yo estoy convencida; el Mundial será un acontecimiento grande que tiene que dejar cosecha, para todos. Cosecha en el turismo, en la hostelería, en el ocio, y en muchas otras cosas que se mueven alrededor.
Sí, es tiempo de cosecha. ¡Se cosechan hasta avales por el cambio! como anuncia Tudanca. La nueva cara de los socialistas, que puja con Villarrubia por hacerse con el Rosal de Castilla y León. Cuidado con el fuego bacteriano, que seguro se manifestará mediante voto libre, directo y secreto. Se nota que no han dormido en el mismo colchón y por tanto no son de la misma condición. El primero abre la puerta a la posible vuelta de Samuel Folgueral al partido, el segundo dice tajante que no, pues aunque corresponde a los militantes decidir, para decidir los candidatos deben figurar en la lista. Y en esa lista, no está todo listo, y el que quiera ir de ídem, podría recoger una cosecha inmadura. Podría ó “Podemos”, otra amenaza para la rosa, que busca ganarse simpatías para el éxito. Otras formaciones, están más a los suyo, han cigarreado más de la cuenta y pudieran ver mermar su despensa de cara al crudo y movido invierno, para hacer alardes en la primavera electoral. Nos mantenemos a la espera…
En el campo, se han sembrado algunas uvas de discordia. El azufre aplicado no ha sido suficiente para curar las enfermedades de las cepas viejas. El oido, corre peligro de transformarse en odio, y anular los logros de uno de los organismos de los que nos tenemos que sentir más orgullosos: El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bierzo. Ojalá sea una vendimia excelente y de calidad. Ya nos va tocando a los del Bierzo, recoger cosecha buena en todos los ámbitos. ¡Me alegro de volver a saludarles desde esta columna de opinión, en la nueva temporada,… que espero traiga también buena cosecha!