Con la llegada de las fiestas patronales de Santa Marta vuelve una de las actividades infantiles que mayores gritos y carreras provoca. Al grito de ‘Corre, corre, que viene…’, decenas de niños salieron desde la calle El Doctoral y recorrieron el centro de la ciudad perseguidos por unos enormes, y muy bailarines, toros que no quisieron perderse las fiestas astorganas.
Astorga se convirtió esta tarde en el núcleo de unos peculiares encierros que ni en sanfermines. Nada menos que cuatro astados persiguieron esta pasada tarde a las decenas de valientes que se atrevieron a correr por las calles de la Bimilenaria. La fiesta taurina finalizó este año frente al seminario donde en un corro desde los más pequeños a los mayores salieron a bailar con los fieros toros, que se notó a la legua, tenían muchas ganas de fiesta.
Entre risas, chillidos, carreras y algún lagrimón los más pequeños de la ciudad volvieron a disfrutar de una de las actividades que mayor número de público atrae. Y si ves a los toros llegar, ya sabes: “Corre, corre… ¡qué viene!”.