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Este viernes, se celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (25N). En Astorga, como es habitual, se están llevando a cabo una serie de actividades para conmemorar este día, entre las que destaca la charla que impartirá la escritora feminista Coral Herrera, el próximo 17 de diciembre en la bimilenaria.
Coral ha dedicado unos minutos a Astorga Digital para hablarnos del concepto de amor romántico y como combatirlo, de los desafíos que tiene por delante el feminismo, de su charla en Astorga o de las claves de sus próximos trabajos.
Pregunta: ¿Cómo descubriste el movimiento feminista? ¿Te lo inculcaron desde pequeña o fuiste investigando sobre ello?
Respuesta: Pues fue desde pequeñita. Mi madre era militante y activista y me llevaba a las manifestaciones y, más adelante, en la universidad, estudié el tema del amor romántico ya que hay muchas autoras feministas que hablaron de este tema y fue a través de ahí, cuando me empecé a formar para la tesis con libros de los que nunca me habían hablado durante la carrera. Así que ha sido un proceso de mamarlo en casa y luego todo mi proceso de investigación sobre el amor romántico.
P: El epicentro de tus libros y artículos es el concepto de amor romántico, explícanos en que consiste y cómo se puede luchar contra él
R: El amor romántico lo he investigado como un asunto político, es decir nosotros nos amamos así porque nuestro amor romántico está construido un poco bajo la lógica del patriarcado y el capitalismo porque en la estructura social en la que estamos nos relacionamos en base a relaciones de sumisión y dominación.
El amor romántico se puede deconstruir. Mi propuesta es la revolución amorosa que sería el poder transformar el amor romántico para que en lugar de ser una experiencia de abuso, explotación, sufrimiento, dolor y sacrificio sea un amor basado en la solidaridad, la empatía, el apoyo mutuo y el trabajo en equipo, unos valores completamente contrarios a los de nuestra sociedad actual. A este tipo de amor le llamo amor compañero.
En este sentido, llevo trabajando muchos años en la idea de que las mujeres no estamos condenadas a sufrir ni a pasarlo mal, no hemos venido al mundo a eso sino a disfrutar. Tengo una escuela virtual llamada ‘Laboratorio del Amor‘, en la que trabajamos las herramientas que nos permitan llevar esa teoría a la práctica, por ejemplo enseñamos a aprender a negociar con nuestros maridos o a separados con amor y sin hacernos daño. La separación es un tema espinoso porque actualmente hay unas circunstancias económicas que hacen difícil divorciarse.
P: ¿Los hombres también viven este amor romántico?
R: Sí. Los hombres también pueden enamorarse románticamente y sufren porque para muchos amar es controlar y dominar. Aman románticamente pero no saben amar en libertad, creo que es el principal problema que tienen. Cuando ellos aman creen que esa persona es suya, les pertenece. Y el castigo que imponen cuando ellas quieren separarse es matar, dicen que matan por amor, porque era suya.
Creo que lo importante es liberar al amor romántico de los valores del machismo para que entendamos que amar no es poseer, solo se puede amar en libertad y en igualdad.
P: ¿Qué desafíos tiene el feminismo por delante para los próximos años?
R: Aprender a comunicarnos sin violencia, creo que es una de las claves que ahora mismo necesitamos en el feminismo. Debemos trabajar juntas, en equipo, pero la comunicación es fundamental sobre todo el como estamos comunicando nuestra lucha al resto de la población porque ahora mismo muchos jóvenes han adquirido un poco el discurso de la extrema derecha, que reacciona de manera violenta cuando presentamos a los hombres como culpables. Yo trabajo mucho con hombres feministas e igualitarios y la propuesta es cambiar el concepto de culpa por responsabilidad. Debemos entender que acabar con el machismo es un trabajo de todos y todas, no solo es un asunto de mujeres.
Queda mucho camino porque ni siquiera las feministas somos conscientes de las violencias que nos atraviesan, de las que hemos sufrido y de las que ejercemos.
El patriarcado está dentro de todos nosotros y nosotras, para mí es clave el tema de repartir los cuidados de manera que las mujeres no tengamos que explotar a otras mujeres porque ahora la solución para cuidar a los niños, cuando ambos trabajan, es contratar a una mujer sin papeles que cobre poco. No puede ser que yo me libere para explotar a otras. Creo que ya es hora de que en la educación entren los contenidos del feminismo, que los niños y niños no tienen ni idea de la cantidad de mujeres que han sido encarceladas o torturadas por su lucha.
P: Este viernes se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, ¿crees que la sociedad está avanzando o estamos yendo para atrás en este tema?
R: Asusta mucho ver las estadísticas sobre juventud y violencia machista cada año porque se ve un retroceso hasta el punto de que yo creo que hace años nadie quería que le llamaran racista o machista, todo el mundo se defendía, pero es que ahora hay chavales pintando en paredes ‘viva el machismo’ y se sienten orgullosos de eso.
La extrema derecha ha hecho creer a los jóvenes que si nosotras ganamos en derechos ellos pierden en derechos. Es importante entender de donde viene el feminismo y entender que no es un movimiento contra los hombres sino a favor de los derechos.
P: El 17 de diciembre impartes una charla en Astorga, ¿de qué nos vas a hablar? ¿es la primera vez que visitas la ciudad?
R: Sí es la primera vez que voy a Astorga. En la charla hablaré de los cuidados, que amar es cuidar y de que otras formas de querer son posibles, hay que acabar con los patrones del amor romántico, que ya está muy anticuado, y ahora hay que transformar nuestras formas de relacionarnos para dejar de sufrir.
P: Por último, ¿estás trabajando actualmente en algún otro libro?
R: Sí, no puedo hablar de ello pero puedo decir que la clave de lo que estoy trabajando es fabricar esas herramientas que necesitamos para resolver nuestros conflictos de diferencia, para comunicarnos sin violencia, para queremos bien, incluso cuando estamos estresados o desesperados, disfrutando de las relaciones y lograr así que no sean tan dolorosas.
Puedes visitar el blog de Coral Herrera pinchando aquí.
